Actualmente es indispensable, desde el punto de vista ginecológico, que la vacuna del Virus de Papiloma Humano esté considerada en el cuadro básico de vacunas dentro de las diferentes instituciones existentes en el país, como IMSS, ISSTE, SSA, MARINA, MILICIA, PETRÓLEOS, etcétera; así, la mayoría de las personas tendrían acceso a esta medida preventiva para la terrible enfermedad del cáncer cérvico, cumpliendo la finalidad de todo internista: hacer medicina preventiva.
A la fecha, se ha logrado prácticamente erradicar enfermedades como la viruela, la polio, el tétanos, hepatitis… a través de la vacunación. Esto conduce a una mejor salud y mayores posibilidades de vida para la población, con un menor gasto gubernamental.
Existen dos laboratorios en la República Mexicana que cuentan con las vacunas llamadas Cervarix y Gardasil para contrarrestar la infección por Virus de Papiloma Humano (VPH) con buenos resultados. El inconveniente es el alto precio de esta vacuna en el momento de adquirirla, valdría la pena concientizar, enfatizar y exponer que, a la larga, será una buena inversión.
Para obtener el efecto deseado de protección se requieren tres inoculaciones por individuo en el brazo. La primera aplicación es en fecha indeterminada, la segunda un mes después y la tercera y última de 3 a 6 meses después de la primera aplicación.
Los efectos colaterales son: ligero dolor y enrojecimiento en el brazo y algunas veces un cuadro febrill. Sin embargo, algunas personas pueden manifestar diversas reacciones alérgicas, como las producidas por cualquier otro tipo de vacuna.
Para detectar la presencia o avance del VPH es necesario practicarse el Papanicolaou entre 6 a 12 meses desde el inicio de la vida sexual activa; si este apareciera hay que continuar con un examen de colposcopia y uno de laboratorio llamado “Seguimiento del virus por la captación de híbridos”, en donde aparecerá si el virus es de alto o bajo riesgo para así poder tomar las medidas adecuadas para su control. Cabe aclarar que, al ser un virus, siempre habrá presencia de éste en las personas que lo tengan o hayan tenido activamente.
Científicamente los virus 16, 18, 31, 33, 35 son los de mayor riesgo y la vacuna es muy efectiva en estos casos. Habría también de considerar los virus 45, 52 y 58. Los virus 6 y 11, en presencia ya de cáncer cervical, aparecen en el 70% de los casos.
Al ser descubierta, por primera vez, una lesión en el cuello uterino, no se puede definir la fecha de aparición. En promedio puede ser de meses o hasta de 5 años atrás. De los 5 a los 10 años puede pasar a ser grave y más adelante convertirse en un cáncer invasor in situ.
Es necesario que las personas se vacunen jóvenes, entre 12 a 16 años de edad antes del inicio de su vida sexual sean hombres o mujeres, ya que este virus se transmite de uno al otro, siendo la mujer quien puede padecer este tipo de cáncer.
Anualmente se dan más de 5,000 muertes por cáncer cérvico uterino en México. La efectividad de las vacunas contra el cáncer producido por VPH es de alrededor del 98%.
Comments