De manera general podemos decir que el amor es un valor universal, es una cualidad con la que el ser humano nace, pues es observable que tiene una disposición para manifestar conductas amorosas.
Estas no se manifiestan de manera automática, precisan de un aprendizaje de una conformación, pues somos esencialmente seres sociales. Vivimos con otros y para otros. ningún ser humano vive exclusivamente para sí mismo; el otro es condición de posibilidad de mi existencia, porque conforma mi YO que se distingue del otro.
Pero al nacer el YO está en formación. (toma de los demás, modelos para sí mismo que forman su estructura que diseñan sus emociones y sentimientos de amor -odio, placer y displacer y subrogados) Nuestro propio yo comienza siempre relacionándose con otro. Existo porque hay otro que me re-conoce. El primer otro es en general quien nos cuida, nos alimenta nos mira, nos apapacha y nos protege. Lenta y pausadamente va conformándose nuestro YO propio. Es así como el yo va relacionándose en su espacio vital con los diferentes miembros de la familia, la madre -padre-hermanos-tíos- primos abuelos etc. más tarde con los amiguitos del kínder, luego con sus maestros y compañeros de su escuela, y finalmente con los integrantes de la sociedad en la cual vive. Dicho de otra manera; una persona va tomando diferentes modelos con los cuales se irá identificando o los irá desechando, necesitando un constante perfeccionamiento y corrección a lo largo de la existencia.
Que el amor es necesario, entonces, lo sabemos, y lo vamos incorporando y aprendiendo desde muy pequeños, pero es en la adolescencia y en especial en la adultez donde tomamos clara consciencia de ello, vemos a veces en consulta que las heridas de amor pueden conducir al fracaso personal, a dejar o invalidar los estudios, las relaciones interpersonales, el trabajo etc.
Con lo mencionado arriba podemos decir que el amor es ese lazo de unión entre los seres humanos que hace que gravite como una fuerza permanente en nuestra vida y que sirve para atraernos y mantenernos unidos.
Hoy día las relaciones humanas son sumamente complejas por lo vertiginoso de los cambios que impone la modernidad, el avance sostenido de la ciencia, la tecnología, llevan al individuo a una sensación de vacío, de desencuentro con su sí mismo y con el otro, generando en muchos casos el rompimiento de vínculos que fueron significativos.
Es importante no solo saber que amamos, sino además reconocer las razones fundamentales por las que no amamos, pudiendo distinguir entre un amor sano y un amor enfermizo.
Cuántas veces en la vida nos hemos vistos ya de adultos aquejados por el amor, por el mal de amores, por la alegría que nos inunda al amar, por la angustia de no sabernos amados, de sufrir por la carencia de amor.
Para entender el amor enfermizo en general y en una pareja en especial podemos describir algunas características de las cuales debemos tomar nota para evitarlas en nuestros propios vínculos:
1)Deseos poco controlables de compartir lo mejor de nuestro ser con esa persona, de agradarle de dedicarle cada una de las situaciones vividas
2)Surgimiento de celos, en muchos casos irracionales, celos que coinciden con actitudes infantiles, con los vínculos muy primitivos que tuvimos, o sea el narcisismo y se reproducen de manera inconsciente. [en general los celos provienen de inseguridad)
3)Puede haber un incremento significativo de la vivencia del paso del tiempo. La ausencia es vivenciada como insoportable y debe el sujeto manipular al amado, y transformar de acuerdo a su subjetividad, distorsionando el tiempo.
4)Aparecen conductas obsesivas-compulsivas, o sea la obsesión de pensar solo en el ser que se siente amar y todo lo que con él se relacione. Compulsión de actos entre los cuales se destaca la constante búsqueda de su presencia.
5)Se filtran sentimientos maníacos como sentirse “los mejores” capaces de grandes hazañas, el mundo entero parece ser solo para uno, y de pronto ese estado emotivo es seguido por hondas depresiones al percibir o imaginar una mínima indiferencia del sujeto amado.
6) Existe una tendencia de crear una realidad aparte, o sea crear un mundo solo de dos, situación que aleja del conjunto de las relaciones sociales y familiares, El anhelo de fusión es completo, de unión con una única otra persona. Creando una relación exclusiva y excluyente.
Obviamente con esta descripción no se agotan todas estas actitudes que son mutiladoras y destructivas del amor pues ocasionan esa sensación de” te amo, pero quiero y al mismo tiempo no quiero estar contigo”. En la medida que se tome conciencia de estas características que tanto dañan, se puede, (con un tratamiento psicológico mediante) lograr una superación y aprender a amar más sanamente para garantizar la felicidad.
Aprender a amar es una necesidad y una urgencia para todos, es el camino hacia una mejor forma de vida.
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