El matrimonio es el principio: da nacimiento a la familia.
Es una institución que sobrepasa los tiempos y las modas; es algo mucho más allá de la calidad de las prendas de vestir, su textura, o color; significa más que el tipo de peinado, cantidad de maquillaje o lugar donde se pasará la luna de miel; implica más que el tipo de música o la grandiosidad del lugar de la ceremonia; lo adinerado del cónyuge o su aspecto físico.
El matrimonio es una sociedad donde regularmente se invierte TODO: Tiempo, Dinero y el Sentimiento surgido de la confianza y empatía por la otra persona. Este sentimiento normalmente resulta ser el más importante para la sobrevivencia de una relación, siendo al final el elemento determinante de su permanencia o destrucción.
En nuestra experiencia, hemos podido observar en gran parte de las relaciones de más de 5 años, un deterioro a causa de la rutina por la cual son atrapadas, perdiendo el interés de continuar agradando al otro. Transformando la relación más en un hecho contractual y obligatorio que en una unión sentimental; en algo material y frío, más que en algo cálido y cordial.
Los detalles en ambos sentidos desaparecen, supliéndose por reclamos y discusiones permanentes. La tolerancia se esfuma y los comentarios hirientes crecen hasta llegar al punto de olvidar la causa por la cual están juntos y todo lo que le dio origen, como la seducción, el enamoramiento, el respeto y la comunión de objetivos.
En gran parte de nuestras consultas, por no decir en todas, se observa un gran deterioro en las relaciones, pues se pierde en definitiva la capacidad de tener una buena comunicación, el tiempo y el interés para la comprensión de las necesidades del otro.
Por otra parte, en cuanto a las relaciones jóvenes, normalmente su falta de experiencia, les hace tomar decisiones valorando aspectos superficiales de la otra persona, lo cual a corto plazo les hace ver que no tomaron la mejor decisión respecto a las prioridades y personalidades de cada uno; a su educación, principios y objetivos, por lo que, de manera muy temprana, empiezan a notarse esas grandes diferencias entre ambos y a desquebrajarse la relación.
Lo que hemos notado que ayuda (xxxxx) a las parejas jóvenes es su capacidad de adaptarse e igualmente, su interés y determinación por seguir adelante, soportado por sus esperanzas y sentimiento mutuo.
Hemos tenido infinidad de asuntos en los cuales observamos la falta de un noviazgo previo y suficiente para fortalecer el conocimiento sobre las características de la pareja o peor aún, teniendo este noviazgo no se obtiene la oportunidad de saber algo sobre los antecedentes personales y familiares de la otra persona. Esto por su puesto siempre agrava la situación de las relaciones.
Como dijimos al principio, la inversión aplicada en esta decisión de contraer matrimonio, es una de las más importantes en la vida de cualquier persona, ya que de ello depende el equilibrio en su vida, su felicidad y armonía. Se debe reflexionar de manera profunda sobre las cualidades, los defectos y sobre todo en la empatía que exista, antes de tomar una decisión de tal magnitud.
El matrimonio debe servir para encontrar en pareja la felicidad y disfrutar todos los días el paso de la vida, así como los logros obtenidos en conjunto. Y nunca olvidar que son la fuente del origen de la vida y del buen desarrollo de nuestra sociedad. Fortaleciendo los valores familiares y los principios de los hijos, que son en mucho, la razón de esta unión.
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