Para poder llevar a una hija por primera vez al ginecólogo, necesita ganarse la confianza de su hija a través de una buena comunicación con ella en el tema de la sexualidad, ya que muchas veces no se toca este tema entre madre e hija, ya sea por miedo, pena o algún tabú que se tenga.
En la época actual, un promedio grande de adolescentes entre los 14 y 18 años están iniciando vida sexual activa y difícilmente la hija comunicará a sus padres acerca de su primera relación sexual o en el caso de que se le llegue a preguntar, esta lo negará. Se ve muy seguido que la madre cree que su niña no ha tenido relaciones sexuales y la cree virgen todavía.
A partir de la primera regla o menstruación, o antes de que suceda esta, es conveniente que la madre hable con ella acerca de lo que está pasando con su cuerpo y sus emociones.
Para esto es muy importante el apoyo de un especialista en el tema como es un ginecólogo al que la madre le tenga confianza para informar y orientar a la adolescente sobre su higiene personal, métodos preventivos a un embarazo y riesgos que se pueden presentar dentro de las relaciones como Infecciones de Transmisión Sexual, embarazos no deseados y problemas emocionales que puedan surgir dentro de una vida sexual activa.
Normalmente, las adolescentes nos consultan acompañadas de una amiga, hermana mayor o alguien de su confianza cuando carece de una buena comunicación familiar. Los temas más comunes son el haber tenido relaciones sin protección, infecciones vulvo vaginales, cuando hay falta o alteración del período menstrual y en el mayor de los casos, embarazos no deseados por falta de información y comunicación con la madre.
Esa primera revisión sería al iniciar la actividad sexual o cuando nos la soliciten a través de la madre por sospechar que ya se haya iniciado esta etapa, si es el primer caso, continuar con chequeos ginecológicos una vez al año.
De la primera consulta que se tenga con el ginecólogo, la identificación y confianza que puedan surgir entre ellos dependerá de la capacidad y experiencia del especialista. Si esto no sucede, la paciente podrá decidir si prefiere un ginecólogo diferente al de su madre o al que haya consultado anteriormente.
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