Es común encontrar en el imaginario de una gran cantidad de personas, quienes, al llegar a una edad determinada, consideran la vivencia de una sexualidad libre y placentera prohibida o nula.
Los mitos y las creencias culturales proponen que al ser un adulto mayor su comportamiento sexual debe de ser restringido o eliminado de su vida.
Pero hoy, en una sociedad más abierta y libre, se ha demostrado que dependiendo de la historia de cada quién, de su salud física, el arribar a la tercera o cuarta edad no es una limitante para el ejercicio y disfrute de la sexualidad.
La Dra. Dolores Ortíz de Huerta en su artículo “La Sexualidad en la Vejez” señala:
“La sexualidad desempeña un papel muy importante a lo largo de la vida. Mientras se conserve un buen estado de salud, no hay motivo alguno para creer que con la edad desaparezcan el interés o las prácticas sexuales. Por lo general, la sexualidad se ha relacionado más con la juventud y tradicionalmente la sociedad ha alimentado muchos tabúes y estereotipos negativos acerca de la sexualidad en la vejez.
El tema de sexualidad es quizá uno de los temas que más exige de una visión integral que contemple los aspectos biológicos, psicológicos y sociales.”
Los investigadores Francisco Ramos y Henar González, citados por la Dra. Huerta señalan que los estereotipos y creencias han impedido el disfrute de la propia sexualidad, aún en aquellas situaciones en donde se dan impedimentos físicos, y que esta es beneficiosa para la persona quien la ejerce.
Señalan que los cambios fisiológicos que se presentan son:
Mujer
• Disminución de estrógenos.
• Disminución del tamaño de la vagina, se estrecha y pierde elasticidad.
• Menor lubricación de la vagina.
• Menor vasocongestión del clítoris, labios y plataforma vaginal en general, durante la respuesta sexual.
• Fase de excitación sexual más lenta.
• Los senos disminuyen de tamaño y turgencia.
• El orgasmo puede ser más corto y menos intenso.
Hombre
• Disminución de testosterona.
• Disminución de la producción de esperma.
• Erección más lenta, necesita mayor estimulación, y el pene disminuye en turgencia.
• Los testículos se elevan menos y más lentamente en la respuesta sexual.
• El período refractario se alarga (puede durar incluso una semana 6 más).
• El orgasmo puede ser más corto y, menos intenso.
En relación a las creencias y tabúes, los investigadores señalan las siguientes
• Los viejos no tienen capacidad fisiológica que les permita tener conductas sexuales.
• A los viejos no les interesa el sexo.
• Los viejos que se interesan por el sexo son perversos (el viejo verde).
• La actividad sexual es perjudicial para la salud, especialmente en la vejez.
• Es indecente y de mal gusto que los viejos manifiesten intereses sexuales.
• Las desviaciones sexuales son más frecuentes en la vejez…
Ideas que han impedido la libertad del goce de la sexualidad. Ideas provenientes del modelo basado en una sexualidad del joven y no en una sexualidad del placer.
Pero no olvides querido lector: encontrar el placer con la pareja, disfrutar esos momentos de intimidad… mejoran la calidad de vida en esos años dorados llamados vejez.
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