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Jeanette Rafer

Ser el amante.


Las cadenas del matrimonio son tan pesadas, que se necesitan por lo menos dos personas; para llevarlas… a veces tres. - Alejandro Dumas

Walter Riso, en su libro “La fidelidad es mucho más que amor”, plantea en su introducción: “un número cada vez mayor de personas es infiel a sus parejas. No importa la clase social, la cultura o el nivel educacional, dadas ciertas condiciones, cualquiera puede caer en el juego de la aventura “prohibida”. A veces Eros flecha por la espalda…”

Hoy en nuestra práctica privada, sabemos que la infidelidad es la principal causa de divorcios y maltrato conyugal, situación que genera depresión, estrés, ansiedad, pérdida de autoestima y una gran variedad de alteraciones psicológicas. Al ser infiel, se rompe un acuerdo afectivo-sexual preestablecido que orilla a la mentira hacia aquel a quién se ama.

El Instituto Mexicano de Sexología, en una investigación realizada a parejas casadas en la Ciudad de México, en San Francisco y en Puerto Rico, en el investigan el comportamiento de 150 parejas casadas con un promedio de edad de 35 años en relación a factores de riesgo de infidelidad encontrados en la Ciudad de México:

1.- Expectativas no cumplidas: 57%

2.-Problemas de Comunicación y factores sociales: 19%

3.- Rasgos de Personalidad: 16.1%

4.- Condiciones ético-sociales:7.1%

Pérdida de confianza, conflictos, desajustes y la falta de comunicación entre la pareja permiten la intromisión de ese tercero en discordia:

Una paciente de 25 años señalaba en su sesión:

…-Sé, que él sólo me quiere para hacer conmigo lo que su mujer no le permite, todo tipo de fantasías, es cierto que yo lo disfruto, pero no puedo evitar sentirme fatal y culpable, soy “la otra”, no voy a conseguir nada más de él, todo se basa sólo en el sexo…

Él o la amante, es vista /o con aquellas cualidades que se supone que no tiene o perdió la pareja. Es una relación complicada dado que los momentos de compartir espacios son limitados y es frecuente que lo placentero llega a ser doloroso en el plano emocional y sentimental, puesto que la frustración hace su aparición en la relación de amantes. Es frecuente que el que es infiel se auto cuestione por el engaño hacia su pareja formal, a la vez que la culpan y desde ese lugar justificar su “segundo frente”. Se vive una situación complicada en el afán de cumplir con todo y con todos: pareja, hijos, amante incluso el trabajo se ve afectado para tener tiempo de convivir con esa persona “refugio y apoyo” de la problemática vivencial.

Ser el amante o el infiel, son posiciones de conflicto, tú lo decides….



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