Dentro de las preguntas que muchas de las mujeres al estar embarazadas o después de parir se hacen son: ¿Cuánto tiempo después de que nace, todo volverá a ser igual?
Y cuando se refieren a todo, es todo, incluido el ámbito erótico, sensual y sexual en sus vidas.
Y la respuesta se vuelve incierta, aunque hay información que va; a partir de la 6ta semana, 3, 6, 9 y hasta doce meses.
De modo que las respuestas se vuelven una gama de posibilidades, las que dependen de la persona, del tipo de parto, las condiciones de salud (físico y emocional) de la mujer y la o el hijo, de las redes de apoyo, de si amamanta o no, cuánto tiempo si lo hace, entre otras muchas interrogantes.
Una de las condiciones que debemos tener presentes además de todas éstas preguntas, es que el proceso del embarazo provoca una transformación rápida de la imagen corporal de forma de la que conocíamos de nosotras y que después del parto, en el puerperio, otra imagen.
Recordemos que la imagen corporal es un elemento importante para el reconocimiento del erotismo y sensualidad. Otros como la identidad erótica y la sensación del self también se ponen en juego.
Después del parto ¿Qué pasa? Algunos cambios en el cuerpo son muy claros, baja el tamaño del abdomen (¡aunque, no sales con la barriga plana como tal vez estaba antes del embarazo!) y flácida, el dolor, temperatura, dureza en las mamas, que requieren de drenarse para disminuir los malestares y empezar a amamantar a esa personita que acaba de llegar a casa. El color de tu piel se vuelve más claro y poco a poco van desapareciendo esas manchas que aparecieron en algunas partes del cuerpo, usualmente en la cara y cuello. El cabello que en el embarazo crecía rápida, reluciente y abundantemente (causado por el aumento de estrógenos), en este periodo hay una gran caída.
Algunas mujeres después de un par de semanas empiezan a perder peso de forma veloz, sobre todo si amamantan, a otras les es más complejo recuperar el peso. Y algunas otras bajaran más de lo que en su vida habían imaginado.
El suelo pélvico esta distendido por lo que es muy recomendable realizar los ejercicios de kegel para tonificar de nuevo.
Otros de los cambios que ocurren son a nivel emocional, en donde para algunas mujeres antes de generar nido es fundamental y cuando llega bebé a casa el mundo se vuelve solo para ellas o él y mamá; en otros casos, ver a esta nueva persona como alguien extraño a su mundo, con la dificultad de adaptarse a compartir espacios, tiempos (¡y vaya que el tiempo es fundamental!, requieren de cuidados 24 horas por 7 días).
Sensaciones, emociones y sentimientos encontrados de cansancio, amor, tristeza, desesperación, enojo, alegría, sorpresa, rechazo, decepción, hipersensibilidad, miedo, etc.
Elementos que pueden contribuir y algunos de alerta de la depresión posparto, en particular en los primeros tres meses.
Es necesario hacer una pausa y solo mencionar algunos datos sobre la Depresión Posparto (DPP), aunque si bien no es el tema central de este artículo, dicho tema puede contribuir contundentemente para recobrar el erotismo y sensualidad.
Mendoza, C. y Saldivia, S. en el 2015i, después de recopilar y revisar 39 referencias científicas y clínicas sobre la detección y tratamiento de la DPP, encontraron que entre el 60 a 85% de las mujeres presentan algunos síntomas de apariencia depresiva en los primeros días, “disforia posparto” caracterizada por ideas obsesivas respecto del cuidado y bienestar de bebé, ansiedad, pobre percepción del rol materno, entre otras.
Algunos factores que se han relacionado con la persistencia de la DPP han sido de forma aguda:
Sintomatología depresiva o ansiosa durante el embarazo
Pobre apoyo social y familiar
Eventos vitales perturbadores
De forma moderada:
Estrés cotidiano
Estrés en el cuidado del bebé
Temperamento o conducta del bebé
Baja autoestima
Disforia posparto y
Problemas de pareja
La sintomatología DPP persistente interfiere en el bienestar familiar y alta probabilidad de depresión en la pareja. Las autoras al final llevan al análisis y reflexión que: a) el posparto representa un periodo de mayor susceptibilidad hormonal, así como agotamiento ante las demandas ante el cuidado del recién nacido. b) el impacto del determinismo socio – cultural que determinan en mucho, las expectativas, respecto a la gestación, el nacimiento, los roles transmitidos de lo que toca ser, el nivel de perfección que debe asumirse de ser madre, entre otros. Lo anterior, nos deja mirar que pensar, por lo menos desde nuestra cultura occidental, en el erotismo o la sensualidad es casi nula la posibilidad, por lo menos los primeros meses después de la llegada de ella o el bebé. Ante este panorama parece que ya no se puede hacer mucho. ¡Buenas noticias! Claro que se puede hacer mucho y mejor. Lo primero es reconocer como estoy (física, emocional y psicológicamente) ante la llegada de mi hija o hijo, como estoy con mi pareja, con mis redes de apoyo, en la relación de esa construcción de nido. Si te das cuenta que algo no anda bien, no esperes y pide ayuda. Segundo, evalúa como estás contigo, tu cuerpo se ha modificado, sin embargo, sigues siendo tú, con un cúmulo de experiencias y nuevas posibilidades de sensacionar, reconstruir la relación contigo para posterior hacerlo con las y los otros, incluida tu pareja. Tercero, recupera (si es que ha disminuido) la capacidad de apreciarte y quererte a ti misma, aceptando tu cuerpo hoy, lo que no significa que no puedas modificar lo que tu decidas más tarde. Cuarto, identifica que es lo que actualmente te da placer, recuerda, el placer no necesariamente tiene que ser sexual, por ejemplo: descansar plácidamente por más de tres horas sin interrupción, darte un baño sin prisas, comer tu platillo favorito, ir al cine, etc. Quinto, llévalos a cabo, busca pedir ayuda en tu red de apoyo para logarlos. Sexto, realiza algunos ejercicios, por ejemplo: pregúntate, “Yo soy seductora cuando…”, “lo que más me gusta de mi es…”, “veo mi cuerpo maravilloso cuando…” tal vez estas frases puedan darte idea de cómo estas contigo. Y por último, la sensualidad y el erotismo son elementos individuales (por lo tanto, cada persona tiene su propio ritmo) que podemos recuperar, potencializar y fortalecer en cualquier momento.
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Rev. Med Chile 2015; 143:887-894. Mendoza Constanza, B, Saldivia Sandra. Actualización en depresión posparto: el desafío permanente de optimizar su detección y abordaje.
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