Una actitud coqueta siempre coloca a la mujer o al hombre en la posición de ser deseada o deseado y en la promesa de ser accesible para ambos. Esto, como una manera de activar y motivar el deseo propio y el ajeno.
Cuando esta coquetería es usada de modo consciente y midiendo las consecuencias puede resultar sumamente placentero para él o para ella, pues de esta manera estimula el juego erótico y favorece el deseo entre ambos.
Sin embargo, en muchas ocasiones pasa a ser un arma en lugar de un recurso. Y cuando me refiero a un arma lo hago sabiendo que es el medio que usan muchas mujeres para atrapar el deseo masculino o viceversa y no siempre llegar a un pleno final.
Lo utilizan para asegurarse en todo momento- que son miradas y deseadas.
En estas condiciones el coqueteo lleva al esposo o al enamorado a estar bajo la constante amenaza de sentir que puede perder el deseo de la mujer que ama y ella se encarga de dar un doble mensaje: “cómo puedes pensar eso de mí”, pero a la vez dice “no puedo dejar de hacerlo”.
En otras palabras, las mujeres que establecen un vínculo en el que siempre son deseadas desarrollarán estrategias de coquetería y seducción, dejando al hombre frustrado y a ella con una sensación de vacío que nuevamente intenta llenar con esta seducción inmanejable.
Es frecuente ver a una pareja discutir porque el otro tiene alguna conducta con un tercero que deriva en un "coqueteo". Si bien es cierto que la necesidad de agradar a los otros y sentirnos reafirmados al saber que somos atractivos para el sexo opuesto, también es un hecho que el incurrir en coqueteos reiterados puede llegar a ser un dolor de cabeza.
Un coqueteo puede representar muchas cosas y desde ahí dependerá de la personalidad, del momento emocional en el que se encuentra la persona entre otros factores.
Por ejemplo, hay algunas mujeres con rasgos histriónicos (histéricos) muy marcados que las lleva a ser muy seductoras. Lucien Israel, psicoanalista francés explica que existen 4 sub tipos:
Alma bella: son aquellas mujeres a las que les gusta sentirse admiradas y muy atractivas para los hombres. Por lo tanto tienden a ser muy seductoras como una forma de obtener algunos fines, por ejemplo, pueden coquetearle a un barman para obtener una copa gratis.
Bella indiference: es aquella mujer que seduce y manda mensajes a través de su comportamiento que denotan cierto interés pero al momento de que el hombre la borda de manera directa huyen! Incluso pueden responderle diciendo que se ha confundido o que ha malinterpretado las cosas.
La bella y la bestia: son esas mujeres que buscan tener en su círculo de amistades a mujeres que sean menos atractivas que ellas para que no les resulten una amenaza o competencia. Y hacen algo parecido con su elección de pareja.
La bella durmiente: es aquella está esperando a que su principe azul llegue a conquistarla sin que ella haga algo para que las cosas sucedan.
En el caso de los hombres, algunos estudios avalan que el cerebro masculino tiene una predisposición para la búsqueda sexual. Otros estudios afirman que la alta producción de testosterona activa ciertos impulsos orientados hacia la búsqueda de una pareja.
A manera de conclusión, tanto hombres como mujeres tenemos una tendencia a "coquetear" o "seducir", no obstante lo anterior tenemos que aprender que si queremos estar en una relación donde el respeto, la confianza y el compromiso sean la base debemos ser cuidadosos con nuestro comportamiento ya que el resultado de un coqueteo puede ser sólo una aventura fugaz y pasajera.
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