En esta ocasión quisiera abordar la SOSPECHA de infidelidad como un proceso de autoestima devaluada y las manifestaciones psíquicas a partir de ahí. Es indispensable afirmar que una persona con una autoestima bien consolidada difícilmente tendrá sospechas infundadas de infidelidad de parte de su pareja.
Es decir, es muy diferente descubrir indicios de conducta infiel en la pareja que llevan a plantear el problema en la misma. Si existe una buena comunicación en una pareja armónicamente constituida, el problema se plantea y se resuelve, cuando es a partir de evidencias fundadas, no se maneja como sospecha sino como evidencia y si se confirma por la pareja, lleva al abordaje de la problemática que desemboco en ello, se hace un planteamiento y se concluye tratando ambos de superar el problema o en todo caso, asumir la situación que modificara desde luego la dinámica de la pareja aun cuando esta se mantenga unida o en caso extremos la ruptura emocional y eventual separación de la pareja.
Existen dos causas fundamentales de sospecha de infidelidad, que de forma coloquial llamamos celos en su forma patológica llamaríamos celotipia. Una vamos a decir objetiva porque existen razones reales para sospechar infidelidad. Quiero enfocarme en la problemática de tener SENTIMIENTOS de inseguridad que concluyen en pensamientos de sospecha de infidelidad.
Al constituirse una pareja el elemento que une a la pareja en nuestro mundo occidental contemporáneo, al que se le ha dado un valor primordial es al afecto y la atracción al momento de constituirse como pareja, sentimiento que englobamos en el concepto de amor y es esta la razón fundamental para hacer pareja.
Si este elemento no existe, la pareja se constituye por otras razones y ya no entra en la descripción que hare a continuación, Al constituirse la pareja en base al sentimiento de amor, ello implica una fuerte conexión afectiva en donde la pareja se constituye como alguien indispensable para el bienestar y para poder disfrutar las experiencias de la vida, por ello se busca pasar tiempo juntos, buscar experiencias compartidas, y vivir la vida en pareja se convierte en el centro de la existencia.
El primer motivo por el cual una persona experimenta sentimientos de inseguridad en la pareja que se convierten en sospecha de infidelidad, es que esta fuerte conexión afectiva deja de sentirse, y la conducta de la pareja empieza a sentirse distante, ese interés de compartir experiencias y buscar tener vivencias juntos disminuye ya sea en forma gradual o en forma abrupta, de modo que al no sentir esa fuerte conexión afectiva, da lugar a sentimientos de soledad y de pérdida del afecto y aprecio de parte de la pareja. Esta sensación no es un proceso imaginario o fantaseado, es decir se pone evidencia que ese elemento que proporcionaba una fuerte conexión con la pareja ya no existe. A partir de ello la reacción emocional más común y esperable es que la persona busque razones por las cuales la pareja se desconectó emocionalmente, este puede ser u proceso estrictamente personal o muchas veces se comparte con la pareja ya sea o preocupación, aunque la mayoría de las ocasiones se manifiesta en forma de reclamo. A lo cual la pareja puede responder haciendo lo necesario para restituir la conexión, lo cual puede ser exitoso restableciendo la conexión en pareja o por el contrario a pesar de la intención de reconexión el resultado es la incapacidad para restablecer dicha conexión. También la pareja puede responder asumiendo el problema y afirmando que efectivamente existe dicha desconexión, y no tener disposición para establecer la conexión nuevamente, En otras ocasiones se puede presentar el caso de que la pareja niegue la desconexión y afirme que todo está igual y que es una sospecha infundada.
Al buscar el motivo o razón por la desconexión, pueden plantearse diferentes razones, pueden ser inicialmente exigencias laborales o familiares u otras como enfermedad estrés etc. Si no existen evidencias de ello aparece el motivo más frecuente, que es Si tú ya no tienes una fuerte conexión afectiva conmigo, la tienes con alguien más.
Es decir, el primer paso puede ser bastante tangible, tu no estas más emocionalmente y esto puede ser completamente cierto, la segunda afirmación puede ser una conjetura sin sustento. Si no estás conmigo; debes estar (conectado) con alguien más, y de manera casi releja emocionalmente hablando se da una búsqueda de evidencia que confirme la sospecha. Siendo un proceso doloroso y compulsivo.
La segunda razón de albergar sospechas de infidelidad es mucho más personal y ligado a una pobre autoestima, que se presenta junto con una gran sensibilidad y una convicción de una infidelidad real.
Aquí el proceso emocional inicia por la condición de autoestima pobre, que le afirma a la persona, soy tan poca cosa que no me explico porque está conmigo, él o ella bien pudiera estar con alguien más, así que a pesar de que no exista una desconexión emocional, la persona vive llena de miedo constante de ser abandonada, de modo que cualquier experiencia que sacuda la autoestima, tendera a hacer valida la SOSPECHA, habrá alguien a quien quiera más, este proceso puede vivirse como angustia y temores que atormentan constantemente, aunque en muchos casos se expresan como reclamos a la pareja como hechos reales, y convierten la relación en un conflicto constante imposible de remediar ya que todos los reaseguramientos que pueda hacer la pareja para afirmarle que su amor es exclusivamente para su pareja, la misma por la autoestima tan pobre nunca podrá tener la sensación de certidumbre y por ello nunca podrá creer a su pareja que no le es infiel y más aun no puede creer que la o lo quieran.
Desde luego estos problemas de sospecha de infidelidad son muy diferentes de los problemas derivados de una infidelidad real. Ambos requieren ayuda psicológica.
Comments