"Tengo SIDA y me voy a morir" "Nadie va a querer socializar conmigo" "Ya no podré tener una vida sexual normal" "Me siento sucia/o" ¡Por favor!, lo necesito en serio y rápido…
Antiguamente, a las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), se les conocía como “enfermedades secretas” o “enfermedades del amor”, puesto que se referían a la Diosa Venus y al término venéreo, que significa, transmitido por la relación sexual. Vivencia sexual, estigma de “pecado”, de lo prohibido, de culpa ante el ejercicio de la propia sexualidad.
Hoy, en pleno siglo XXI, la libertad sexual, es un derecho relacionado con la libre disposición del cuerpo, de la intimidad y de su libertad como persona, revolución sexual que se produce a partir de la segunda guerra mundial y como consecuencia de los movimientos feministas. Sin embargo, esa libertad lograda, se ve opacada por el fantasma de las ITS: gonorrea, clamidia, herpes, sida, sífilis, etcétera, las cuales, salvo el SIDA, siempre han estado presentes y azotado a la humanidad.
Somos las mujeres las más vulnerables para adquirir las ITS, por las siguientes causas:
Al ingerir anticonceptivos hay un aumento en la humedad vaginal y en la alcalinidad.
Los cambios hormonales dados por el ciclo menstrual bajan nuestras defensas y se es más vulnerable a las infecciones.
Es frecuente mantener relaciones sexuales con hombres de mayor edad, quiénes han tenido un número mayor de parejas sexuales
Las sintomatologías generales para alguno de las ITS son:
En lo Físico: inflamación de áreas genitales, ardor, comezón, secreción y otros.
En lo emocional: En muchos de los casos se experimenta culpa, confusión, angustia, miedo, ansiedad a la par de que el auto concepto se ve modificado al igual que su autoestima…
En sí, la libertad sexual, es un derecho relacionado con la libre disposición del cuerpo, de la intimidad y de su libertad como persona, por esa razón es importante tener presente que: amor, espontaneidad o la búsqueda del placer, suelen opacar una realidad siempre presente en las relaciones de pareja libre, abierta: las Infecciones de Transmisión Sexual.
Sólo la prevención puede aportar cierto racionalismo y frialdad a un evento que busca todo lo contrario.
Una sexualidad abierta obliga al autocuidado puesto que, es el propio cuerpo el que está expuesto a un riesgo que puede llevar a impedir todo goce o en los casos severos el fin de la vida. La Dra. Alma Almada, Terapeuta Sexual señala:
El erotismo, es el punto más difícil de tratar, ya que la decisión de utilizar el sexo seguro depende de muchas circunstancias, en especial de cómo el individuo haya aprendido lo erótico a lo largo de su vida.
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