¿Por qué mi pareja ve pornografía?

Mirar y desear son funciones humanas naturales, implícitas en un ser viviente. Ante ello, la cultura ha puesto una serie de vetos en especial con el desear, para que con ello podamos vivir en convivencia con los otros.

El ver pornografía o escenas eróticas genera sensaciones de estar viendo algo “malo”, “sucio”, “inadecuado” y muchos más adjetivos denigrantes y ofensivos. Más, ¿es malo ver pornografía? En la realidad, ni es malo ni es bueno, es algo que está ahí al alcance de la mano y que, para muchos, hombres y mujeres, el verla y despertar su deseo sexual es placentero. Ver pornografía o leer relatos eróticos, en especial con la mujer, es placentero, sino porqué la novela de Cincuenta Sombras de Grey tuvo un gran éxito con las mujeres a nivel mundial? Más, ¿por qué molesto que la pareja guste de ver pornografía?

1.- La pornografía no es mala, su uso es lo que genera conflicto. Es frecuente en la Terapia de Pareja con problemática sexual, que se la utilice para mejorar la vida sexual de las mismas, o para adquirir nuevas técnicas…

2.- Es negativa cuando tanto el hombre o la mujer la requieren para lograr excitarse o en los casos que se utilice pornografía infantil para lograr una excitación sexual. Otro elemento negativo, lo es cuando se convierte en adicción y la persona deja sus responsabilidades para satisfacer su compulsión o adicción.

3.- Como lo señale con anterioridad, la pornografía no es privilegio masculino, a muchas mujeres les satisface verla. Más en la realidad, el sexo ha sido por siglos un tema tabú, y entre más prohibido y escondido más se desea… El varón vive su sexualidad a través de la pornografía, porque les excita y les da placer, porque le es permitido y más hoy en día en que con los aparatos digitales se le tiene a mano a pesar de que se la considera perniciosa y amoral.

Ahora bien, si vuestra pareja ve pornografía, promueve un diálogo franco, abierto, sin agresión, haciéndole ver por qué te molesta, que te sientes excluida/o, que te pone celosa/o y mucho más, clarificándole que no es un ataque a tu persona, ni que eres incompetente en el arte sexual, sino aprender a lo que a él o ella les agrada y abrir una canal de comunicación en el cual ambos pueden plantear sus deseos y fantasías sexuales.