Una de las dificultades cotidianas de las parejas es la deficiente comunicación. Cuando sus miembros manifiestan: “tenemos problemas de comunicación", esta expresión es utilizada muchas veces como una “justificación” para discutir sin beneficio alguno para ambos. No nos educan para escuchar, nos “preparan” desde niños para recibir órdenes y regaños, que no pueden –regularmente- ser rebatidos. Las personas tienden a repetir esos patrones aprendidos en la infancia durante su vida adulta. Existen excepciones. Ante la pregunta: ¿Por qué las parejas tienen problemas de comunicación? Las razones pueden muchas y variadas, entre ellas:
-¿Por qué dicen amarse y actúan como rivales? -¿Por qué piensan y creen que se quieren y reaccionan como enemigos? -Porque pueden ser celosos y temen perder el afecto de su pareja o les sean infieles. -Porque –uno de los dos- quiere y cree tener la razón siempre o casi siempre. -Porque a muchos les cuesta ser tolerantes y aceptar que la propia pareja pueda tener sus razones. -Porque algún miembro de la pareja es obsesivo y tiene necesidad de mantener el control de la relación (temor a la pérdida) -Porque uno de los dos o ambos piensan y creen que siempre tienen la razón y se descalifican mutuamente. -Porque muchas veces “estoy enojada/o y no quiero escucharte” -Porque “tú no me entiendes, no sabes escuchar. Siempre quieres tener la razón”.
Existen innumerables razones adicionales específicas para cada pareja en particular. Si bien somos individuos únicos, no obstante tendemos a repetir patrones aprendidos en la infancia en la casa de los padres y en la escuela. En una pareja la discusión inicia cuando al intentar dialogar, comienzan a elevar el tono de sus voces, entonces dejan de escucharse. Solo oyen ´ruidos´ sin sentido más que las propias palabras, las que rechazan sin analizar su contenido y menos su intención. ¿Por qué sucede? Porque somos humanos y transitamos por la vida con la falsa creencia que sabemos comunicarnos con los demás y en particular con la propia pareja. “Sí, te oye, pero no te escucha. No pone toda su atención para comprender lo que le quieres decir”. O viceversa de tu parte. Comprender el mensaje y lo que el otro quiere decir, es la base de una adecuada comunicación. Esperar la respuesta del otro de que ha entendido lo que le quisiste decir, es la única manera de corroborar de que has comprendido el mensaje. Las parejas dicen amarse, quererse, desearse, pero también pueden actuar de manera egoísta, anteponiendo sus intereses personales a los comunes y compartidos de la pareja. Entonces la madurez emocional de sus miembros se pone en entredicho y es la empatía la que nos hace falta desarrollar para sacarnos avante. La empatía es esa capacidad de identificarnos con lo que el otro siente o piensa, de compartir sus sentimientos y emociones. Es una forma saludable de relacionarnos con las otras personas y establecer relaciones constructivas y enriquecedoras. La empatía de vital importancia en toda pareja.
No siempre que hablamos nos escuchamos, muchas veces cuando nos dicen algo, oímos, pero no procesamos lo que nos dicen y pretende transmitirnos. A partir de allí surgen los conflictos. La primera carencia es la poca disponibilidad y compromiso de querer estar atentos a lo que ella o él dice. La escasa atención y falta de escucha empática genera interpretaciones respecto de lo que el otro dice. Como resultado, él habla de una cosa y ella al interpretar otra, discuten, no se escuchan y terminan peleados y amargados.
¿Cómo se puede dar una buena comunicación en la pareja? 1. Saber escuchar: permite establecer relaciones enriquecedoras y constructivas. Siempre estar dispuestos a escuchar al otro. Por eso, cuando alguien está enojado o triste es importante darle la oportunidad de expresar el porqué de su malestar. 2. Comprender al otro: implica la capacidad de entender los sentimientos, emociones e ideas de tu pareja. También se deben tomar en cuenta sus gestos, sus actitudes y conductas. 3. Identificarse con el otro: se refiere a ponerse en la situación emocional del otro y entender de manera profunda sus sentimientos, miedos o creencias. Ponerse en los zapatos del otro. 4. Ser solidarios: son las ganas de ayudar al otro miembro de la pareja, especialmente cuando pasa por una situación de necesidad.
5. Ser respetuosos: permite comprender lo que le sucede a tu pareja, captar sus ideas, sentimientos e inquietudes.
La empatía es la clave para una mejor comunicación en la pareja y con los demás seres humanos de la familia y de tu entorno.
Una buena comunicación con tu pareja es la clave para desarrollo y crecimiento juntos. Si tomamos conciencia que algo está mal en la pareja, lo primero a revisar es la comunicación. A veces es suficiente con preguntar: ¿Cómo estás?, escuchar la respuesta y compartirle a tu pareja lo que has comprendido. Ella o él, deben transmitirte que el mensaje fue comprendido. Entonces surge la calma que facilita el dialogo.
Para una buena comunicación en pareja hay que conservar la amistad y la vida amorosa al mismo tiempo, ya que dichas condiciones nos impulsan a cuidar la relación, querer sentirnos bien sin perder la propia identidad personal.
No existe una vida amorosa, una sexualidad placentera, que no esté precedida por una adecuada comunicación.
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