En el penoso caso de confirmarse una infidelidad es indiscutible que esto puede trastocar a las parejas de diferente forma según los múltiples acuerdos no escritos entre ellos, su tipo de educación o experiencias.
La vida íntima de las parejas y los parámetros de su propia relación son un contexto que sólo ellos conocen. Lo que le gusta a uno del otro, el cómo se comunican, sus aspiraciones, sus debilidades, sus alegrías y sus fracasos, forman parte de una complicidad mutua con la que enfrentan su vida diaria.
La fidelidad alude a un principio de confianza y de entendimiento mutuo donde se han establecido límites sobre el comportamiento de cada uno. Cuando esto se rompe por alguna de las partes, se trastocan los sentimientos de lealtad y confianza, lo que desborda una cantidad infinita de sentimientos que se contraponen unos a otros apoderándose de la razón, la cual se ve subyugada a tan poderosa sensación.
Socialmente, la infidelidad se concibe como imperdonable e históricamente se ha castigado de forma inclemente, lo que en definitiva orillaba a muchas personas a tener como única solución la separación de su pareja. Hoy en día, la experiencia nos ha mostrado que son más las personas que tienen otro tipo de solución y contemplan la posibilidad de abrir los canales de comunicación a través de terapias que ayuden a entender los hechos por los cuales se originó la deslealtad.
En este sentido las personas que se enfrascan exclusivamente en el problema cegados por la ira o la tristeza normalmente no ven otras alternativas. Reconocer este hecho y asimilarlo resulta muy difícil sobre todo en el caso de los hombres, en cambio, las mujeres a lo largo del tiempo habían enfrentado esta problemática casi considerándola normal, anteponiendo el bienestar de sus hijos y la unidad de su familia a la infidelidad de su pareja.
En los últimos años las cosas van cambiado de manera muy importante ya que la educación y la visión de los hombres sobre el concepto de familia y el respeto hacia la mujer hace que cada vez se entienda y se perdone más este tipo de actos por parte de sus parejas.
Por otro lado, actualmente las mujeres se han vuelto más determinantes, muchas veces implacables, debido a que la separación o los divorcios ya no se ven con tan malos ojos, sino como un derecho que tienen todos de rehacer su vida.
Sea como fuere, el hecho es que en un suceso de infidelidad es recomendable que sea resuelto por las parejas de manera íntima o con la ayuda de un terapeuta especializado en la materia, ya que la influencia de comentarios de personas externas, normalmente influye negativamente en las decisiones y en el entendimiento real del problema.
Sabemos que esta falta de fidelidad es uno de los aspectos en la vida de mujeres y hombres que mayormente les impacta en sus sentimientos o pensamientos y si bien es cierto que se puede llegar a perdonar es muy difícil que se pueda olvidar.
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