No le daré vueltas. En cuestiones del amor y desamor más vale ir duro y a la cabeza. Algunas veces, elegir regresar con alguien no es cuestión de amor, sino de “necesidad”.
Creemos que realmente “necesitamos” volver por una razón muy importante para nosotros, y en ocasiones eso está bien. Sin embargo, por otra razón más importante aún, se terminó la relación y no debemos ignorarla o minimizarla. “¿Qué tiene de malo volver a intentarlo?”- me preguntan. No es que tenga algo de malo. Pero tienes mucho en tu contra. Por una parte, estudios muestran que sólo 1 pareja en cada 20 que deciden regresar, funciona. Por otra, al regresar con la ex pareja con quien ya no funcionaba, corremos el riesgo de quedarnos ahí para siempre por dos razones: 1. Por la costumbre. Somos seres de hábitos y estar con una persona también se hace hábito. 2. Porque el tiempo incrementa las variables que nos hacen emocionalmente dependientes a una persona, Por ejemplo, una enfermedad, la dependencia económica o carencias emocionales nos hacen apegarnos a quien más rápido las alivia.
Así que antes de elegir volver o no volver, tenemos que ser honestos con nosotros mismos y encontrar el verdadero motivo para estar analizando esta posibilidad: ¿realmente queremos darle una oportunidad a la relación?, ¿es por lástima a nuestra ex pareja? ¿o necesitamos cubrir alguna carencia emocional (miedo a la soledad, orgullo, dependencia económica, control, celos, etc.)? Antes de decidir, nuestro enfoque debe estar en dos aspectos: Primero, tenemos que recordar fríamente las razones por las que terminó la relación, pues ahí está la realidad del por qué no funcionó (y la probabilidad de que esas razones se vuelvan a repetir son altas). Segundo, cuál es nuestra inseguridad o miedo al no tener más a la persona a nuestro lado.
Si bien cada caso es único, es importante saber que recuperarse de una separación importante puede tomar entre uno y dos años. Por ello, si dentro de este lapso aún existen dudas sobre si volver o no con un ex, podría ser porque la persona todavía no ha superado completamente el proceso de la separación, y lo más seguro es que se tome una decisión emocional y no racional. ¿Cómo evitarlo? Lo mejor es alejarnos por completo al menos un mes de esa persona para tener mayor claridad sobre nuestros sentimientos y así, tener mayor claridad para tomar una decisión racional y no visceral. Engancharnos en una relación para cubrir una carencia nos hace emocionalmente dependientes a ella y genera tres efectos negativos: primero, nos enrolamos en una relación tóxica, de la cual será cada vez más difícil salir de ella. Segundo, cerramos nuestras posibilidades de ser felices junto a otra persona más compatible con nosotros. Y, tercero, el precio emocional a pagar de estar en una relación que no funciona termina siendo muy alto.
¿Qué hacer?
Para decidir si debes o no volver a una relación ya terminada es importante identificar si la razón principal es por una preferencia personal o por una carencia emocional. Si ya pasaron dos años, hiciste un trabajo personal a fondo para sanar las heridas, ya no hay resentimientos ni sufrimiento al pensar en tu ex y aun así deseas intentarlo, está bien, puedes hacerlo. Pero te sugiero estés muy consciente de aquellas cosas que no tolerarías una vez más y así puedas identificarlas rápido si estas llegan a darse y en su momento elegir alejarte a tiempo antes que se vuelva tóxica la relación.
Si ambos desean regresar por una preferencia y no por llenar una carencia, les sugiero hacer a la par una terapia de pareja que los ayude a reorganizar la nueva forma de relación que desean a partir de hoy. Establezcan nuevas reglas, nuevos límites, nuevas formas de acercarse, respetarse y crecer juntos en esta nueva etapa. Si no se trabaja una nueva forma de relación, entonces sólo se estará repitiendo la anterior, y eso es lo último que desean, repetir lo que en su momento no funcionó y además, los lastimó.
Si detectas que deseas regresar por cubrir una carencia, mejor identifica cómo puedes satisfacerla tú mismo. Por ejemplo, si deseas evitar la soledad, busca maneras de estar acompañado, de aprender a estar contigo y ver por ti. La soledad no se da cuando no tenemos compañía, la soledad se vive cuando nos abandonamos a nosotros mismos. ¿Qué puedes hacer para no abandonarte y prestarte atención a tus necesidades, tus hobbies, tus gustos? Si deseas regresar por una necesidad económica, es mucho más gratificante encontrar la forma de ser económicamente productivo a tolerar una mala relación a cambio de unos cuantos pesos. Si es por los hijos, deben saber que los hogares “rotos” también pueden ser felices. Busca nuevas maneras de darles tu cariño, de convivir con ellos y de realizar actividades juntos. La mayoría de los hijos de padres divorciados lo superan. ¡Confía en ti!
Por último, la vida no es como los libros, que una vez que los terminas puedes regresar a sus páginas y releerlas. En la vida, una vez que llegas a la última página ¡se cierra el libro! Querer revivir capítulos pasados casi nunca funciona, ¡es hora de enfocarte en lo que hay y no en lo que ya no está; en los que tienes a tu lado y no en quien ya se fue; de luchar por ti y por tu futuro y no por alguien del pasado! Si estás listo para darle next! a tu pasada relación, realiza actividades que te ayuden a cerrar el libro y empezar uno nuevo. Pon una fecha límite para sanar las heridas y renovarte. Tu autoestima te lo agradecerá y tú te sentirás una persona liberada.
Recuerda que lo que necesitamos es una carencia, lo que queremos es un capricho, pero lo que preferimos es una elección. En las relaciones intenta evitar tus “necesidades”. Las necesidades están basadas en las carencias. En lugar de ello, observa lo que quieres y crea múltiples opciones para satisfacerlas por ti mismo. Sólo entonces decide cuál de las opciones prefieres. Este proceso te guiará a construir relaciones emocionalmente independientes basadas en tus preferencias y no en tus carencias. A las carencias emocionales …#DaleNext!
¡Si deseas más herramientas para vivir el amor y el romance sin límites, te invito a leer el libro Dale Next! a los problemas de pareja. Hasta la próxima amigos, pero mientras tanto, ¡atrévete a vivir una vida sin límites!
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