La menopausia es una etapa que se caracteriza por el cese de la menstruación, originada por la disminución de la secreción de hormonas que la provocan. Esta carencia genera que los ovarios no liberen más óvulos, por lo que la mujer pierde la capacidad de fertilidad. Es totalmente variable la edad en que se produzca esta situación, siendo el promedio los 50 años.
Ahora bien, dependiendo de factores como la experiencia que cada mujer ha tenido de su sexualidad, de su historia personal, de su autoestima, el círculo social en el que se desenvuelve entre otros, puede ser vivida como una liberación o como un tormento.
Los médicos señalan que de entre los cambios que más destacan está la sudoración nocturna, ansiedad, pérdida del interés sexual, nerviosismo, cambios en el estado de ánimo, bochornos, insomnio, falta de concentración y ausencia de entusiasmo. A nivel biológico por la deficiencia de estrógenos hay sangrados irregulares, envejecimiento de la piel, incontinencia urinaria, elevación de la presión arterial, sequedad vaginal, incremento de peso, siendo un periodo muy incómodo para la mujer por los riesgos que tiene en la salud y la belleza.
Siendo ésta última un factor clave puesto que la mercadotecnia que trabaja con productos enfocados a “mantener la belleza y la juventud” no facilita la posibilidad de elaborar estos cambios, al contrario, fomenta la fantasía de mantenerse joven, teniendo como consecuencia un rechazo y una desvalorización de la madurez y la vejez. El mensaje se traduce en ocultar a toda costa las arrugas, las canas, la falta de firmeza de la piel, y todo aquello que anuncie el envejecimiento.
De ahí el que por ejemplo algunas mujeres entran en fuertes situaciones de conflicto cuando tienen hijas adolescentes que evidentemente empiezan a vivir su sexualidad y se convierten en ese espejo que genera nostalgia y por ello algunas inconscientemente las siguen tratando como niñas, en cambio otras incluso hasta se quieren ir de “antro” con la hija.
El entrar en la etapa de menopausia o climaterio no necesariamente tendría porque ser un periodo crítico que se quiera evitar tajantemente. Actualmente existen muchos tratamientos y alternativas que permiten que dicho periodo no resulte tan agobiante. Incluso hay estudios que demuestran que el 72% de las mujeres de 40 años reconocieron haber mejorado su vida sexual y que el 80% sigue interesada en vivir una sexualidad plena.
A manera de tips, un grupo español sugiere mantener una dieta adecuada, hacer ejercicio, evitar fumar, mantener revisiones para prevenir el cáncer de mama y tomar vitaminas eventualmente. En paralelo yo agregaría el cuidar la calidad de vida a nivel emocional y sobre todo trabajar mucho en la relación de pareja a fin de que al momento de llegar a este periodo el hombre puedan ser una figura que contenga y apoye y no una figura que promueva más angustia.
"Ama la vida, afróntala, porque buena o mala no tenemos otra."
(Nietzsche)
*Las opiniones contenidas en este artículo son responsabilidad del autor.
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