La creación de la figura del matrimonio tenía como finalidad las siguientes: i. Ayuda mutua, ii. El debito carnal y iii. La preservación de la especie. En virtud de lo anterior, y por la propia naturaleza del hombre se determinó que el matrimonio solamente podría celebrarse entre un hombre y una mujer.
En un principio, se entendía que el hombre tenía la obligación de proveer a la familia y la mujer de cuidar el hogar y a los miembros de la familia, motivo por el cual se tuvo la necesidad de establecer la forma en que se regirían dichas relaciones en relación a los bienes, por lo que en un principio solamente existía la sociedad conyugal, esto en compensación a la mujer por dedicarse a tareas propias del hogar, que le evitaban la posibilidad de tener un trabajo por el cual sostenerse, sin embargo con posterioridad se determinó que sí existe la posibilidad de que una mujer pueda dedicarse a una relación laboral y continuar con las tareas del hogar, motivo por el cual nació la separación de bienes.
En este desarrollo de las relaciones personales, se ha observado que los integrantes de nuestra sociedad, ya sea por naturaleza, desorden psicológico-psiquiátrico, perversidad o incluso curiosidad, ha determinado crear relaciones de todo tipo y de carácter homosexual, al grado que dichas personas han creado ciertos modos de vida para intentar crear una relación familiar y que, por ese simple hecho, se creían que tenían derecho y/o obligación alguno hacia su pareja, pero que el estado y la misma sociedad negaban por el simple hecho de ser una pareja del mismo sexo.
Derivado de este desarrollo social, en el cual han surgido sectores de la población que manifiestan que el matrimonio no necesariamente se deba de celebrar entre un hombre y una mujer, argumentando que las personas del mismo sexo tienen los mismos derechos y obligaciones, y que la prohibición de celebrar un matrimonio entre personas del mismo sexo es considerado un acto de discriminación, ha generado que el sector político los voltee a ver y aprovechándose de la pretensiones de estos, a cambio de la simpatía electoral, estos han determinado cambiar la naturaleza intrínseca del matrimonio y por ello permitir el matrimonio homosexual.
Por lo anterior, los derechos que se originan del matrimonio homosexual son los mismos que el anterior, este es, se deben respeto, se deben ayuda mutua, se deben el derecho de alimentos recíprocos, sin embargo, por cuestiones naturales el fin más importante del matrimonio, no lo pueden realizar, ya que es imposible la reproducción entre personas del mismo sexo. Hoy en día se encuentra en pugna si estas personas tienen derecho a adoptar a un hijo, y más que tener derecho si esto es un acto que pueda o no afectar, desorientar o incluso repercutir en el desarrollo integral de un niño, en nuestra legislación todavía no es muy claro, pero lo que sí es un hecho es que pronto se permitirá, solo por cuestiones de presión electoral.
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