En el tema del romance, todos hemos tenido nuestra historia, tal vez algunas de esas historias sean de amor y otras de terror. Y si bien cada una de ellas nos ha brindado cierta experiencia afectiva, esto no nos blinda para evitar caer en la trampa de un mal amor o peor aún, de una relación tóxica.
¿Por qué los seres humanos terminamos enganchándonos muchas veces con parejas que nos lastiman o simplemente no nos hacen felices? Simple. Porque hoy día el amor no es fácil de encontrar. A algunas personas les lleva demasiado tiempo, pero para otras el amor simplemente parece nunca llegar. Por ello, una vez que aparece esa persona especial, se antoja aferrarnos a ella e incluso pasar por alto los focos rojos o justificar cualquier tipo de comportamiento que nos hace sentir incómodos dentro de la relación. “Total nadie es perfecto” o “peor es nada”-terminamos por autoconvencernos o resignarnos.
Es verdad que el amor es un estado de plenitud que se vive en pareja. Sin embargo, no cualquier pareja puede guiarnos a una relación feliz y emocionalmente saludable. Una pareja con pobre salud emocional puede activar nuestros peores comportamientos, miedos y reacciones sentenciándonos a vivir una relación enfermiza. Y debemos tener muy en cuenta que es muy fácil entrar a una relación tóxica, pero muy difícil salir de ella. Por ello, antes de elegir con quien comprometerte emocionalmente, ¡tómate tu tiempo y reflexiona si esa persona especial cae dentro de los 8 tipos de pareja a quienes debes darles next! incluso antes de empezar.
1. La pareja bully/violenta: Esta pareja es aquella que es dependiente al ego. Se siente superior a ti y por ello te hace bullying o te violenta a través de diferentes métodos: te amenaza, da órdenes, te controla, te grita, golpea, te cela, castiga, ignora o te hace sentir culpable constantemente. Ejemplos: te deja de dar dinero si no le obedeces, te dice a qué hora llegues a casa, revisa tu celular, te indica cómo te vistas, cuándo visites a tu familia, te corre de la casa, te niega intimidad, te ofende y luego te pide perdón, etc. El efecto de convivir con una pareja bully es que dado que ellos usan el poder para intimidar, poco a poco vas perdiendo tu seguridad personal y tu autoestima se ve seriamente afectada. Dejas de amar a tu pareja y empiezas a tenerle miedo, haciendo de la relación una película de terror.
2. La pareja que te impide ser tu mejor versión de ti: Sea por celos, por control o por ego, esta pareja no quiere que te superes. “Conmigo no te faltará nada”, “No quiero que trabajes, mejor atiende a nuestros hijos”, “No vayas al gimnasio gordito, así me gustas”, entre otras, suelen ser las frases de quien no quiere que mejores como persona. Es bonito que te acepten como eres, pero el que te frenen en tus aspiraciones es otra cosa. No permitas que ninguna pareja frene tu desarrollo emocional ni profesional pues el efecto será el resentimiento y la depresión.
3. La pareja que saca lo peor de ti. No se trata de una mala persona, sino simplemente de alguien con quien la combinación no se da. Los pensamientos y las prioridades son tan diferentes, los sentimientos tan distintos que no hay comprensión ni empatía por más que se intente. En pocas palabras, no embonan,
4. son como el día y la noche, arriba y abajo, agua y aceite. Lo que al principio te atraía, después se vuelve intolerable. Tal vez tú seas una persona pacífica y él/ella una persona pleitista (de todo quiere pelear). Tal vez tu seas muy seguro de ti mismo y esa persona sea muy insegura, quizá tú eres introvertido y tu pareja demasiado extrovertida, quizá tú seas una persona precavida y ahorradora y tu pareja vive el día. Al final, esta persona despierta tu neurosis, tus inseguridades, tus celos, tu poca tolerancia o tus miedos. No le pienses, si este es tu caso, sólo estás frente a una bomba de tiempo que en cualquier momento puede explotar.
5. El Peter Pan o la Wendy: El Peter Pan es el hombre que se quedó en su niñez. Le da miedo madurar, no quiere un compromiso y le da miedo asumir su responsabilidad. Por ello, necesita la protección de Wendy que es su pareja con comportamiento parecido al de una mamá. Al igual que en la película, Wendy cuida, protege, resuelve y le ordena a su pareja qué hacer. Estas acciones le impiden a su Peter Pan crecer y responsabilizarse. No hay un Peter Pan sin una Wendy, por lo que si te encuentras en este tipo de relación, madura de una vez por todas, crece y deja crecer. El efecto de este tipo de pareja es una relación de comodidad/sobreprotección, relaciones con efectos emocionales dañinos para ambos (baja autoestima e inseguridad).
6. La pareja amiga-compañera: Lo he visto más en hombres que en mujeres, pero puede suceder en los dos. Esta es la relación en la que tu pareja te brinda todo el apoyo, te escucha, está ahí cuando lo necesitas, pero no hay mucha intimidad. Es aquella pareja que se siente a gusto a tu lado, te busca, sale contigo, te da la mano, pero cuando intentas intimar tiene todo tipo de pretextos para no hacerlo. Tal vez sí te quiere, pero hay muy poca intimidad y sexualidad. Es un compañero tierno, que ve por ti, hay cariño, pero no hay pasión. El efecto con este tipo de pareja es un sentimiento de vacío y soledad que puede llevar a la baja autoestima y hasta la infidelidad.
7. El que miente: No importa si es para proteger a tu pareja, aquí no hay justificación. Una pareja que te miente es una pareja que nunca te proporcionará estabilidad emocional. La confianza se basa en la honestidad, por lo que una relación basada en mentiras (por muy pequeñas que sean), nunca podrá ser una relación emocionalmente saludable ni feliz. Y no importa el tamaño de las mentiras, sino la repetición de las mismas y créeme, una vez dicha una mentira, se hace cada vez más fácil repetir el hábito. Si tú eres el que miente, sé honesto contigo mismo y analiza la raíz de esas mentiras, pues tal vez ni siquiera desees estar en esa relación. Si a ti es al que te mienten, ¡abre los ojos!, no hay necesidad de recomendarte que huyas de ahí. El efecto de las mentiras es la desconfianza y la inseguridad en la relación, los celos y por supuesto, una baja autoestima.
8. La pareja ausente: Hay relaciones en las que tu pareja pocas veces está presente. Dicen estar muy ocupados en el trabajo, con amigos o en asuntos personales. Cada vez llega más tarde, tiene muchos pretextos para no acompañarte, le bastan dos días a la semana para verte. La fórmula es sencilla: dicen que el que mucho se ausenta, poco quiere estar. Bien sea por trabajo o por decisión personal de tu pareja de no compartir más tiempo contigo, aquí la pregunta es ¿qué quieres hacer con esa persona que constantemente no está para ti? Porque una cosa es no querer un compromiso y otra no tener interés. ¡La primero puedo manejarla, la segunda le doy next! No pierdas tu tiempo con alguien que no valora estar contigo.
9. La pareja dependiente emocional: Hay una gran diferencia entre amar y depender. Las parejas que aman dan libertad. Las parejas que dependen esclavizan. En el amor se confía en el otro y se le deja ser (aunque haya cosas que no nos gusten del todo). Mientras que en la dependencia, se quiere controlar a la pareja, se desea pasar la mayor parte del tiempo con ella, se sufre su ausencia, se tiene miedo constante a perder al ser amado, entre otras cosas. Por muy atractivo que pueda ser el sentir que tu pareja no puede vivir sin ti, ¡ten cuidado! Puedes caer en una relación codependiente llena de angustia de donde es muy difícil salir, ya que uno no se puede ir y el otro no te puede dejar.
¡Mejor ni te atrevas a entrar!
Next! Tip de Mónica: Hay dos momentos trascendentales en una relación tóxica: cuando te das cuenta que la persona no es para ti, y cuando decides terminar la relación. Y entre una y otra puede pasar toda tu vida.
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