En la mayoría de las parejas la llegada de un bebé puede alterar la vida en pareja y sobre todo el área sexual. Qué ¿Por qué sucede?
Quiero empezar por compartirles este fragmento “después de buscar el embarazo casi un año y hacerlo con día y casi hora establecida finalmente lo logramos. Estábamos muy felices, nuestra vida sexual en esa etapa estuvo fenomenal, sin embargo, desapareció cuando llego la bella Miranda…Paso un año para que volviéramos a tener relaciones sexuales.”
La llegada de las hijas e hijos alteran, sin duda la dinámica de la pareja y por supuesto, la vida sexual es una de ellas.
Después del parto las mujeres se encuentran físicamente agotadas, con una baja de hormonas, emociones encontradas (en algunos casos, la depresión posparto) acciones nuevas por responder (amamantar, cuidar de una persona recién llegada a esta vida, probablemente atender a las visitas que irán a darle la bienvenida a la nueva o nuevo integrante de la familia) y seguro otras que ya tenían, y la otra parte de la pareja también está realizando nuevas actividades en la corresponsabilidad de los cuidados.
Probablemente de los tres meses a seis meses sean los más complejos en el ajuste de esta nueva etapa de vida de la pareja pasado ese tiempo hay más estabilidad y usualmente la pareja reinicia muchas de sus actividades con las adecuaciones correspondientes entre ellas su vida sexual.
Algunas parejas en consulta reportan que después del puerperio su vida sexual se restableció, en la mayoría la frecuencia ha disminuido, sin embargo, la calidad de los encuentros sexuales ha mejorado, han tenido mayor intimidad y apertura.
No obstante para algunas parejas la llegada de los hijos e hijas ha puesto casi fin a su vida sexual ya que se han desbordado en los cuidados, (tal vez rallando en la sobreprotección) atenciones, cumplir con los estereotipos de ser mamá y papá (no solo desde ser proveedor, sino desde la corresponsabilidad de la crianza), aunado al agotamiento físico ante todas las actividades realizadas.
¿Qué hacer ante esta etapa para restablecer la vida sexual?
Lo primero dialogar de cómo estamos cada integrante de la pareja ante la llegada de la bebé o él bebé, darnos oportunidad de expresar lo que necesitamos el uno del otro y también decir que podemos ofrecer y que no (recordemos no prometer algo que no vamos a cumplir).
Segundo, reorganizar el tiempo, seguramente habrá menos tiempo, sin embargo, es importante dedicarse un tiempo como pareja. Tal vez a través solicitando puedan pedir apoyo para que alguien más pueda cuidar del nuevo integrante un par de horas.
Tercero, recordar que no volverá a ser lo mismo (sencilla razón, están en otra etapa de vida), probablemente puedan ser mejor los encuentros sexuales.
Y por último, observar si hubo alguna situación fisiológica o bien emocional que se haya producido a partir de la llegada de la nueva o nuevo integrante, es importante acudir a las y los especialistas que nos apoyen para superarla.
Recordar que cada pareja tiene su propio ritmo y que la maternidad y paternidad no es el único rol del cual participamos en este planeta y que cada área de nuestra vida merece tiempo, dedicación, respeto y compromiso.
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