Es verdad que en los últimos años el número de asuntos relacionados con la sospecha de homosexualismo por parte de la pareja han aumentado y que este tipo de situaciones no se circunscribe a un estrato social o cultural. Sin embargo, sí son notorias las consultas donde de quien se duda es del hombre, en un porcentaje de 10 a 1.
Muy probablemente el aumento de estas consultas se deba al reconocimiento jurídico a los derechos del matrimonio entre homosexuales, lo cual en muchos sectores y personas han despertado suspicacias y sospechas sobre las preferencias sexuales de su pareja.
Con frecuencia las personas se equivocan en sus apreciaciones ya que muchas veces se basan únicamente en la falta de relaciones sexuales como un indicativo de homosexualidad, sin embargo, éste hecho puede derivarse de infinidad de otras razones, como lo pueden ser la edad, el estrés, la frustración, la intolerancia, el desamor, etc.
Por otro lado, efectivamente las presiones sociales hacen que hombres y mujeres homosexuales traten de complacer las expectativas de las personas que los rodean, mediante la formalización de algún compromiso con individuos del sexo opuesto, sin embargo, esto a la corta o a la larga no funcionará ya que sus expectativas personales, sentimentales y de necesidades psicológicas y físicas son por personas de su mismo sexo, lo cual les acarrea normalmente infinidad de conflictos en su persona y con quienes se encuentran relacionados sentimentalmente.
La falta de definición de lo que se quiere y de una voluntad firme, hace a las personas vulnerables a tomar decisiones incorrectas, esto no sucede únicamente entre los heterosexuales sino también en aquellos que tienen una definición homosexual. En uno y otro caso son decisiones tomadas influidos por el entorno o una falta de conocimiento de sí mismos y de lo que se busca, dando por consecuencia en la gran mayoría de los casos, el rompimiento de la relación.
Hoy día las personas pueden decidir con mayor libertad sobre sus preferencias sexuales y forma de vida, sin embargo, es de gran responsabilidad para todos definir el camino con madurez e inteligencia, para no caer en libertinaje.
Por experiencia, hemos visto que las personas que pasan por un evento de infidelidad homosexual por parte de sus parejas, resultan más dañadas que en el caso de las parejas heterosexuales, ya que su autoestima se ve afectada de manera más profunda.
Sea como sea e independientemente de la preferencia sexual, el compromiso de fidelidad es común y cuando se rompe, son semejantes todas las consecuencias jurídicas, sentimentales y morales que conlleva esta actuación.
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