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Adolfo Amescua

La glándula mamaria.


Primera parte: La glándula mamaria es una glándula como su nombre lo indica, y su función es la lactancia. A diferencia de las otras glándulas del cuerpo humano, como la hipófisis, los ovarios, los testículos, la tiroides, etc., la mama secreta en forma externa (exocrina), es decir hacia fuera, y todas las demás lo hacen en forma interna (endocrina) es decir dentro del cuerpo hacia el torrente circulatorio directamente.

Las glándulas mamarias están regidas por la función hormonal de los ovarios (hormonas femeninas), estrógenos y progesterona, los que a su vez están supeditados a la hipófisis, siendo ésta la glándula magna o reina del cuerpo.

Al nacer un nuevo ser, sea hombre o mujer, este puede tener cierto crecimiento de sus mamas y hasta secretar leche, causa de las hormonas circulantes de su madre en su sistema circulatorio. Al eliminar y cesar esta acción de las hormonas maternas, regresarán sus mamas al tamaño normal terminándose la producción de leche en el bebé.

En las mujeres entre los 10 y 14 años de edad más o menos, se inicia la pubertad o adolescencia, y con la aparición de la primera regla o menarquia, empiezan a ser aparentes los caracteres sexuales secundarios, como son la aparición del vello púbico, moldeamiento de caderas y piernas torneadas, y naturalmente el desarrollo de los senos o pechos por la aparición del tejido graso (adiposo) y el desarrollo del tejido propio glandular mamario, acompañándose del crecimiento de la areola y pezón.

Lo expuesto anteriormente corresponde al primer desarrollo de la glándula mamaria, habiendo un segundo y final desarrollo cuando la mujer se embaraza en los primeros tres meses de la gestación. En el segundo trimestre, hay producción con secreción del calostro que es previo a la leche verdadera que se presentará después de 3 o 4 días a partir del nacimiento del bebé. Esta etapa es llamada lactogénesis, es decir producción y secreción de leche regida otra vez, por la hipófisis y la hormona llamada prolactina.

Cuando el bebé es amamantado, al succionar la leche del pecho materno, provoca que se activen otras hormonas para que el organismo produzca y secrete más leche cerrando e iniciando este ciclo en forma continua.

Los pediatras actuales sugieren que se dé el pecho materno a libre demanda, o sea cada vez que el bebé lo solicite, aunque muchos de ellos opinan que no sea antes de 2 horas o después de 5 horas de la toma anterior y por un período que va de los 3 meses mínimo a los 8 meses máximo. La importancia de la leche materna al inicio de la vida es insustituible, tanto por su riqueza nutricional, como por los anticuerpos que contiene para protección del bebé contra enfermedades y también psicológicamente se ha demostrado que los bebés alimentados al pecho materno tienen un desarrollo más sano y equilibrado. Así mismo, los pediatras opinan que el destete, es decir quitar la leche como primero y único o básico alimento en el lapso que va de los 6 a los 12 meses de nacido, es lo más conveniente.

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