Susana entró a mi oficina desconsolada, había descubierto que estaba embarazada, y antes de hablar con sus padres quiso platicárselo a Agustín, su novio a quien había conocido en la preparatoria, con quien llevaba 3 años saliendo y 7 meses de mantener relaciones sexuales con frecuencia, las cuales justificaban diciendo que se amaban y jurándose fidelidad, lealtad y permanecer justo toda la vida, y como suele suceder en estos casos, él le bajó a ella, el sol, la luna y las estrellas.
Pero la triste realidad llegó cuando Agustín le dijo a Susana: “estás loca si piensas que voy a dejarlo todo por casarme contigo”, “¿por qué no te cuidaste?”, “todo lo que te dije, fue por la emoción del momento”, y finalmente, “aborta”.
Susana estaba tan enamorada, que lo único que no pasó por su mente, fue el aborto, así que ella deseaba tener al bebé por el amor que le tenía a Agustín, pues así lo miró, “este bebé es fruto de nuestro amor”.
Cuando ella entró, echó a llorar y me preguntó: “¿Cómo se lo digo a mis padres?” “¿Qué debo hacer ahora?” “¿Cómo afectará mi vida este embarazo?” “¿Qué pasará con Agustín?”
Lamentablemente, el mundo está lleno de “Susanas” y de “Agustines” y si a eso le aunamos que vivimos en medio de una sociedad en la que, la mayoría de las ocasiones, se buscan las soluciones inmediatas y que solamente resuelven los problemas a corto, y cuando mucho a mediano plazo, pues según las estadísticas de la CONAPO, tan sólo en México, el 90.7% de los “matrimonios forzados”, es decir, que se casaron por estar embarazados, fracasa, entendiendo como fracaso, la separación, el divorcio y/o el adulterio de uno de los dos; podemos entender entonces, cuál es la causa de que los divorcios vayan en aumento tan rápidamente en México y el resto del continente y eso nos explica también por qué razón la tasa de embarazos entre chicas solteras ha ido en crecimiento.
Ante tal situación debemos considerar seriamente cuál será el camino a seguir.
Debemos partir de un principio: tener relaciones sexuales antes del matrimonio, desde mi punto de vista, es ya de por sí un error, ya que no solamente se unen dos cuerpos, sino que se ligan dos almas y con ello, surgirá un vendaval de situaciones a futuro, así que, un error no lo podemos remediar cometiendo más errores.
¿Cómo se lo digo a mis padres? Comienza pidiendo perdón, pues defraudaste su confianza en ti. Para todo padre y madre el cuidar a una hija es cuidar a su tesoro especial y desean lo mejor para ella. No es simplemente decir: “estoy embarazada y soy madura y me haré responsable”, sino que debes considerar que el perdón trae sanidad a las relaciones, y una muy importante es la relación entre padres e hijos. Uno de los mandamientos que es fundamental para que te vaya bien en la vida, es honrar a tu padre y a tu madre y cuando te adelantaste a usar de tu sexualidad estando soltero o soltera, fallaste a esa honra que merecen tus padres.
¿Qué debo hacer ahora? Debes cambiar tus planes y prioridades, pues ahora tendrás un hijo o una hija, por lo que amarlo, educarlo, mantenerlo, guiarlo, etc. serán tus nuevas prioridades, pero si estás estudiando, debes seguir haciéndolo, por lo que será necesario el apoyo que tu familia te pueda dar y ello nos lleva a la tercera pregunta: ¿Cómo afectará mi vida este embarazo? En todo, primeramente, te habrás dado cuenta, aunque tarde y mala manera, que la sexualidad no es un juego, y que siempre tiene consecuencias, y un hijo cambia la vida de quienes lo engendramos, para bien …… o para mal, por ello es que debes actuar con mucha sabiduría. Ten en cuenta que este hijo te atará de por vida con tu pareja o ex pareja, te lo pongo de esta manera, volviendo al relato inicial: Agustín “sacó el cobre” y mostró que lo único que le interesaba de Susana era usarla para tener sexo, en realidad no la amaba, ya que únicamente quería divertirse, sentir placer y ya, pero cuando se dio cuenta que la sexualidad trae consecuencias, salió huyendo, se olvidó de sus promesas y se olvidó de ella. Así que, al momento de tener a su bebé, Susana tendrá dos alternativas: registrarlo con los apellidos de ambos, con lo cual estará ligada legal y jurídicamente a Agustín por ele resto de su vida, aunque Agustín no desee nada con ella. Cabe aclarar que esta opción la única posibilidad que le brindará a Susana es una demanda de pensión alimenticia con sus consiguientes juicios y pleitos a lo largo de la vida, pero estará supeditada a buscar la cara de Agustín cada vez que se requieran firmas y permisos, como para obtener un pasaporte, y otros más.
La otra opción, es planear la vida sin Agustín, es decir, registrar civilmente a su hijo como madre soltera, ciertamente, Susanna llevará toda la carga, pero también será libre de ataduras, pelitos, juicios, negociaciones y demás, incluso, al transcurrir el tiempo, si Susana llega conocer a un varón de verdad, tendrá la posibilidad de registrado a nombre de quien será su esposo y evitar que los hijos que llegue a tener en el futuro, tengan apellidos diferentes; a menos, claro está, que Agustín la busque para responsabilizarse de su hijo, lo cual, a decir verdad, ocurre en menos del 3% de los casos.
Y por último, en el caso de que ambos chicos decidan casarse, mi sugerencia es que esperen a tener las condiciones adecuadas: Para ti mujer, será un tiempo de prueba, para mirar que tu novio, realmente está cumpliendo con sus responsabilidades, pagando las consultas médicas, comprando las vitaminas que requieres, la ropa propia para mujer embarazada, ahorrando para el parto, y que cuando decidan casarse, no te lleve a vivir a la casa de sus padres o de su madre, ni tampoco se vaya a vivir a tu casa con tus papás, o con tu mamá.
Tu pareja debe mostrar respeto, madurez y capacidad en todos los sentidos para sostener la familia que se está gestando y en caso contrario, por favor, ¡no te cases para divorciarte!
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