Y todos me miran, me miran, me miran…
Tenemos la posibilidad de elegir libremente el tema que vamos a desarrollar en esta página, una invitación con un poco de movimiento intelectual personal para que plasmemos algunas ideas sobre la infidelidad y sus vicisitudes relacionadas con alguna nueva variable.
Quisiera hacerlo con el tema de la mirada, la mirada que los otros nos ofrecen, esos otros seres humanos que son importantes para cada uno de nosotros y que pueden demostrar su interés y cariño a través de esa mirada o que, a su vez, evitan ofrecer esta misma mirada dejándonos sin eso que hace falta para sentirse querido o aceptado.
¿Cuándo comienza a ser importante la mirada? ¿Cuándo ser visto le da al ser humano riqueza interna? ¿Es verdad que ser visto por una persona importante te hace sentir bien? Los seres humanos nacemos indefensos, llegamos a este mundo para que alguien nos cuide, nos vista, nos alimente, nos cubra y sin eso, moriríamos.
Requerimos que nos pongan atención, aunque sea poquita para que logremos sobrevivir, y a todo esto sumaria yo la importancia de ser visto no sólo así, sino con eso que entendemos como una mirada cálida por la persona que cuida o la que ama al bebé. Es decir, la mirada del adulto es parte de lo que va a permitir el crecimiento de cada bebé y de su propia identidad psicológica. No es lo mismo una mirada de la madre que mira a su bebé con cariño, a una mirada de una madre que no deseaba a su bebé o, la de aquella que tiene que cuidar a un bebé que es muy diferente de lo que ella quería.
Es increíble, pero es un elemento importantísimo en la formación de las expectativas que los adultos tiene de un pequeño para tomarlo en cuenta o, mirarlo, no sólo verlo, lo que va generando que el bebé sienta amor, o a su vez, odio y resentimiento.
Estamos acostumbrados así a recibir afecto A través de la mirada. Una forma no verbal de comunicación que se da en cualquier relación humana, y que a veces hasta podríamos ponerla en los animales. ¿Qué de esto se traspasa a la edad adulta? ¿Cómo afecta la mirada a las relaciones de pareja? Sabemos que es con los ojos que registramos a los otros y decidimos lo que nos gusta o nos disgusta. Si vemos a un guapo o guapa lo queremos conquistar. Elegimos con la mirada y conquistamos con ella. O simplemente si no hay algo de nuestro agrado, pues ni siquiera lo miramos.
¿Has oído decir a alguien “cállate los ojos”? Curioso, pues es un dicho popular que hace hincapié en lo que nuestros ojos pueden expresar, y sabemos que puede ser mucho.
Las parejas se comunican de muchas formas, una de ellas es la mirada. Muchas veces de aprobación con una sonrisa y otras de reprobación con una mueca de enojo. Cuando hay mucha frustración o indiferencia, se genera un vacío de miradas, ¿qué hace una persona para poder recuperar ser vista?
¿Será que la decisión de ser infiel es una manera de que alguien sea visto, sea mirado, sea reconocido por alguien? Pedir una mirada, es una forma especial de llenar los propios vacíos, las propias dudas, la baja autoestima. La carencia de la mirada de la persona que legalmente podría ofrecer sus ojos al amado, duele, hiere.
Es así que estas líneas son una explicación más de cómo adentrarnos en el problema de la infidelidad, de las muchas que hemos encontrado al estar en contacto con la página de infidelidad.com.mx