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Margarita Szlak

Infidelidad negociada


A veces hay ciertos códigos dentro de una pareja que solo les pertenece a ellos y pueden a pesar de estar comprometidos [o aun en matrimonio] mantener relaciones sexuales con otras personas fuera de la pareja o sea que negocian o acuerdan entre ellos la autorización de ser infieles.

Esto puede deberse a diferentes razones como, por ejemplo, necesitar c/u de ellos incentivos diferentes a lo que su pareja le otorga, por lo que entran en ese acuerdo de “infidelidad negociada” y para mencionar sólo algunas tenemos: la curiosidad, el sadismo, las perversiones, etc.

En la mayoría de las parejas esto no ocurre, pues un comportamiento así puede producir muchos celos, además de existir la posibilidad y el peligro de enamorase del otro/a. Las parejas con este tipo de “anuencias y permisos recíprocos” suelen establecer entre ellos algunas reglas que controlan al adúltero/a. Una de ellas puede ser que por ej: después del sexo con el sujeto (nuevo) está prohibido hacerse “mimos” o permanecer toda la noche juntos; o salir a comer o cualquier encuentro fuera del convenido o sea de una relación sexual.

Este tipo de parejas que admiten esta negociación es como si rompieran el tabú de la infidelidad. Se sienten libres y creen evitar el dolor de la traición, pues para ellos no hay traición ya que después de tener sexo con un tercero puede comentarlo sinceramente con su pareja lo hecho y eso puede generar más excitación entre ellos.

¿Será esta una nueva modalidad de la monogamia y la continuidad de una pareja?

También puede darse el caso que un poderoso y millonario hombre tenga la aprobación de su esposa para que pueda mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio, obteniendo ella el beneficio de su tranquilidad y libertad financiera

Tener la posibilidad de una variación sexual ha sido siempre muy natural, y eso les gusta tanto a los hombres como a las mujeres. Mantener la monogamia parece ser algo imposible para muchos.

Poder tener diferentes o múltiples parejas sexuales es lo que parece incentivar a cualquier varón. Estos se dejan llevar más por la belleza de la mujer, obtener un sexo rápido y sin consecuencias.

Las mujeres, a pesar de que pueden gustar de la variación sexual tanto o más que los varones, es justo decir que ellas son más exigentes respecto a la calidad y son tal vez más selectivas. Los incentivos para ellas no son los mismos, una mujer puede decidir irse a la cama con otro pues se siente que algo (¿tal vez la morbosidad? el juego de seducción?) del nuevo sujeto le llama la atención.

La sociedad en la actualidad parece decirnos que existe un modelo que nos empuja a tener sexo cuando lo deseamos y esto es en realidad lo que nos lleva a los acuerdos o infidelidades negociadas

Si no tenemos muy buen sexo con la pareja, buscamos la satisfacción fuera de la misma, lo que puede provocar adulterio o sea no infidelidad negociada buscando tener experiencias sexuales nuevas. Este escenario puede darse como una contra-reacción al aburrimiento o como un antidepresivo tal vez para aumentar la autoestima o también como una simple venganza.

Obviamente esta situación puede hacer que todas las certezas que uno tiene sobre su pareja se desvanezcan.

Es ahí que se siente traición.

En terapia de parejas que no tienen este tipo de código (infidelidad negociada) como profesional, nunca he visto que contarle a la esposa/o que se tuvo una infidelidad es útil para algo, creo que eso es algo íntimo, algo muy personal que hay que reflexionarlo, y entenderlo.


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