Desde el inicio de la historia de la humanidad, la infidelidad en las diversas culturas de Oriente, Europa, Africa, Latinoamérica, etc. ha sido mayor en el sexo masculino por sus condiciones hormonales y la necesidad de perpetuar la especie (Macho Alfa) que en las mujeres. Las estadísticas de los diversos países así lo indican.
En los dos últimos siglos (S: XIX y S: XX) debido a la liberación de la mujer, llamada equidad de género, ésta ha salido de su casa a trabajar y estudiar, modificando sus actividades, ya no solo en casa al cuidado de sus hijos y sujeta al esposo o compañero, sino teniendo oportunidad de conocer a otras personas del sexo contrario, lo que le ha dado la oportunidad de ser infiel.
En mi experiencia en el consultorio el porcentaje que manejo acerca de la infidelidad es de 70% hombres y 30% mujeres.
En nuestra cultura mexicana, se demuestra lo anterior viendo frecuentemente que el varón tiene hijos fuera del matrimonio, o la llamada casa chica, o en su defecto tiene relaciones extramaritales durante su vida de casado. Lo anterior es producto del “machismo”, el cual es mayor en los países asiáticos y africanos y en menos grado en Europa y América.
Actualmente se da una situación donde la mujer por revancha con el varón infiel, y con la apertura que se ha ganado en la sociedad, ejerce la infidelidad.
Las mujeres, por naturaleza son más propensas a sentir culpabilidad y arrepentimiento de su infidelidad. Por otro lado, tienden a perdonar más fácilmente que los hombres.
El género masculino va más por satisfacer su instinto y la mayoría de las veces presumiendo su conducta como record de “ligues” o como trofeos, usando a la mujer para estos fines y después desechándola.
El género femenino es más sentimental, pues necesita ser conquistado con palabras, halagos y buen trato, por lo que frecuentemente se enrola sentimentalmente con la persona en turno.
Como dato curioso, en Japón el que el hombre acuda a burdeles o con prostitutas no es considerado infidelidad.
En la población rusa existen por cada 100 mujeres solo 45 hombres, de donde la infidelidad en los hombres es mucho mayor que en las mujeres.
Los porcentajes de infidelidad en varios países ya sea de hombres o de mujeres es el siguiente:
Tailandia 56% de la población, Dinamarca 46%, Italia y Alemania 45%, Francia 43%, Noruega 41%, Bélgica 40%, España 39%, Reino Unido 36%, Finlandia 30%.
Actualmente se ha descubierto un gen llamado Gen Alelo 334 (Estocolmo) en todos los animales incluyendo al hombre y este es un receptor de hormonas en el cerebro que dicen induce a la infidelidad.
La infidelidad, en la mayor parte del mundo, es considerada un engaño y traición.
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