Las amistades que se dan en el lugar de trabajo frecuentemente llegan a tocar fibras íntimas del ser humano y tienen tintes de compasión y entendimiento.
Lo anterior hace que dichas relaciones fácilmente puedan escalar hacia una infidelidad, que puede ser de una sola vez o en ocasiones podría llegar a establecerse un vínculo afectivo fuerte que haga que la infidelidad se prolongue.
En cualquiera de los casos, la secrecía que requiere mantener una relación amorosa en un ámbito laboral somete a los participantes a un alto nivel de estrés que va en detrimento del rendimiento laboral, personal, emocional y hasta físico de la persona.
Por otro lado, la infidelidad laboral genera pérdidas económicas significativas para la empresa derivadas del hecho de que los “amantes” requieren tiempo a solas lo que comúnmente indica que ellos reducen sus horas de trabajo efectivo y extienden sus períodos de comida, coffee break, etc.
Aparentemente esta es una tendencia en boga, pero a mi parecer, ha habido múltiples ejemplos de estas relaciones. Casos en los que la infidelidad representa un juego y otros más que terminan siendo el peor error de sus vidas.
En cualquier caso, la infidelidad es tan satisfactoria a nivel hormonal y neurosensorial que hace aún más difícil resistirse a ella. Recordemos que como les mencioné en un artículo anterior, “El primer enamoramiento tiene que ver con la repentina y drástica caída de serotonina y una veloz inundación de dopamina. La serotonina es un neurotransmisor que es considerado por los especialistas como la encargada de controlar el equilibrio emocional, es decir, la regulación de los estados de ánimo, la ansiedad y la felicidad.”
“La dopamina por otro lado, es responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro y de la prosecución de los mismos. Esta combinación crea fuertes vínculos en nuestras mentes entre el placer y el objeto del deseo.”
“Por otro lado, existen hormonas como la oxitocina y la vasopresina que al segregarse, nos animan a dar el primer paso y a buscar relaciones a largo plazo. La oxitocina es la hormona que nos hace depositar nuestra confianza, nos ayuda a superar el "miedo social" y resulta indispensable e importante para la unión. Y la vasopresina es liberada en respuesta a la proximidad y al tacto lo que favorece el establecimiento de vínculos afectivos.”
Por lo que es un factor de suma importancia al considerar una aventura o una infidelidad en el ambiente de trabajo.
Aún con todo lo antes mencionado, me parece importante recordarles que una infidelidad es la muestra más clara de deshonestidad, falta de compromiso y nula empatía.
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