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Jeanette Rafer

Homosexualidad.


Etimológicamente la palabra viene del griego "omoius" que significa igual, no del latín "homo" que significa hombre, y por tal se entiende la inclinación erótica por individuos del mismo sexo. Así se puede hablar de homosexualidad masculina y homosexualidad femenina; ésta última también llamada "lesbianismo", ya que en la isla griega de Lesbos vivía la poetisa Safo que cantó el amor homosexual femenino.

Se debe de distinguir los términos homosexual o persona que se siente atraída afectiva y eróticamente por personas de su mismo género, bisexual o persona cuya atracción va indistintamente a varones como a mujeres, heterosexual o persona cuya atracción afectiva y erótica se dirige a personas del otro género, y transexual o persona en la que su aspecto anatómico no corresponde a su identidad sexual. Muchas personas homosexuales, prefieren que se les diga "gay", término inglés que significa alegre y que la comunidad homosexual ha tomado "orgullosamente" como propio. Otros proponen una nueva terminología: "homotropía" o inclinación hacia el propio sexo (Van de Spijker 1976, 15-18), "hemofilia" (López Azpitarte 2001, 145), "condición homosexual" (Vidal 1981, 129). La homosexualidad es tan antigua como la especie humana. Se encuentra también en más de 450 especies de animales en especial entre los mamíferos superiores: vacas, caballos, camellos, perros, orangutanes etc.

La homosexualidad vista desde:

Teoría Psicodinámica:

Para Freud, según su teoría del desarrollo psicosexual, en la etapa final o genital, la persona homosexual presenta una” detención del desarrollo”, causada por experiencias traumáticas. Es el producto de un complejo de Edipo no resuello por el sujeto permanece enamorado del progenitor de sexo opuesto por lo tanto no podrá ejercer relaciones heterosexuales. El homosexual desvía su “objeto sexual”, no buscan el sexo opuesto sino el suyo propio.

Bieber y colaboradores (1962, 10 ss.) al estudiar más de 100 homosexuales que estaban en terapia psicoanalítica, individuaron un patrón familiar común que incluía una madre dominante y un padre débil o ausente. Estudios posteriores que respaldaron las observaciones de Bieber encontraron que las madres de varones homosexuales eran típicamente posesivas, controlantes y afectuosas, y los padres eran distantes, rechazantes y frecuentemente hostiles; ninguno de los padres propiciaba el desarrollo de una identidad masculina. En un estudio posterior de Bieber - Bieber (1979, 411) se afirma: "No hemos entrevistado jamás un homosexual masculino cuyo padre lo amase y estimase abiertamente". Isay (1996, 20-32) sostiene que la relación con los padres no es decisiva en la orientación sexual y que ésta es determinada desde el nacimiento. No es que una actitud de desapego del padre tenga como resultado la homosexualidad del hijo, sino que la homosexualidad de éste da como resultado una actitud de rechazo por parte de aquél.

La teoría conductista Los conductistas afirman que se aprende a ser homosexual o heterosexual desde los primeros años de vida, según el tipo de experiencias "reforzantes" que el individuo haya tenido.

En investigaciones recientes se ha visto que: 1) Las personas homosexuales tienden a vivir en ciudades grandes. Emigrar a una ciudad grande se asocia con el proceso de salir del clóset. 2) Muchas de las personas homosexuales son religiosas (25% católicos) y sufren por la discriminación que se les hace en sus respectivas iglesias.


3) Las personas homosexuales tienden a ser más educados que las heterosexuales y exhiben más altos grados académicos y un coeficiente de inteligencia más alto que éstas. También tienden a pertenecer a partidos políticos de orientación liberal y ganan más dinero que los heterosexuales.


4) Las investigaciones no han confirmado ciertos estereotipos en las ocupaciones (peluquería, danza etc.) como trabajos típicos de las personas homosexuales.


5) Las personas homosexuales están más centradas en sí mismas que las heterosexuales: se preocupan más por su apariencia física, su salud, la moda y el desarrollo personal. También le dan gran importancia a la creatividad individual y tienen más curiosidad y fantasía.


6) Las personas homosexuales sienten la necesidad de controlar más las situaciones, experimentan más estrés, consumen más tranquilizantes y evitan actividades de alto riesgo.


7) Es tan probable que las lesbianas sean madres (67%) como las mujeres heterosexuales (72%); no así los varones homosexuales que sólo el 27% son padres en contraposición al 60% de los heterosexuales.


8) Muchas personas homosexuales han sufrido baja autoestima y depresión por tener que ocultar su condición y llevar una doble vida. Esto no significa que la persona homosexual sea enferma mental o que no puede llevar una vida armónica y equilibrada.


9) Es falso que la mayor libertad en las costumbres sexuales lleve a la homosexualidad. La homosexualidad no ha crecido, siempre ha existido y existirá. Lo que ha crecido es su conocimiento público a través de los medios de comunicación.


Resumiendo: el movimiento gay reivindica todos los derechos al igual que una persona heterosexual.

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