¿Quién no ha cantado la canción “Acelérele chofer, ¿Acelérele chofer, que lo viene persiguiendo la mamá de su mujer…” en un paseo escolar? ¿Quién no ha escuchado que uno de los tormentos del matrimonio es la suegra?, ambos hacen alusión a que de alguna manera hay que tener cuidado con la suegra o la familia política y si bien es cierto que hay madres a las que les cuesta mucho trabajo ver que sus hijos se van de casa para formar una familia propia no todo es un cuento de terror como pensamos.
Una vez que una relación de noviazgo se formaliza se empiezan a mover muchas emociones de manera inconsciente en todos los involucrados, principalmente en la pareja, pero también en los padres de ambos. Y ya al inicio de la vida de casados es cuando empiezan a acentuarse algunas actitudes de parte de los suegros en donde se ve claramente como intentan o influyen directamente en las decisiones de la joven pareja y más aún si por alguna razón se van a vivir con ellos.
Al formar parte de una nueva familia se entra a un mundo con costumbres, estilo de vida y educación diferente a la tuya y necesitarás hacer un esfuerzo para poder respetarlo por más que choque con tu propia educación y forma de pensar. Lo previo no quiere decir que tendrás que tolerar cualquier cantidad de cosas, ¡Al contrario! Hay algunos detalles que son de suma importancia cuidar desde el inicio incluso desde el noviazgo para construir alianza con tu familia política, lejos de generar una relación de mucha rivalidad y roses que lo único que promoverán será un distanciamiento con tu pareja o discusiones ajenas a la relación. El primer detalle a considerar es: “poner límites” lo cual se traduce en que ni tu ni tu pareja permitan que los padres de alguno de los dos tomen, influya o intervenga en decisiones que les toca a ustedes exclusivamente, se vale aclarar que valoran mucho su opinión pero que les toca a ustedes definirlas. Y dependiendo de qué familia sea la que intente intervenir será la responsabilidad de poner un alto, es decir, si los padres de él son los que buscan inmiscuirse a él le toca decir las cosas. Si llegara a generarse alguna diferencia o por alguna razón te faltan al respeto también es recomendable que inicialmente tu pareja te apoye y de no ser así de manera puntual y asertiva puedes hacerles ver tus ideas y aclarar que cosas no puedes permitirles.
Ligado al punto anterior es de crucial importancia “respetar” costumbres, hábitos, creencias y estilo de vida buscando adaptarte a ello puesto que la persona de la que te enamoraste así se formó y si caes en la tentación de criticar y cuestionar puedes meterte en serios problemas. Paralelo a lo anterior tampoco es muy conveniente compararlos con tu familia. “Ser como eres” en realidad es un punto que puede facilitar las cosas ya que al final del día habrá conductas que empezaras a relajar y el haber intentado dar una imagen de lo que no eres podría favorecer algunas críticas hacia tu comportamiento.
Aprender a “separar” lo que tiene que ver contigo de lo que es una dificultad netamente de tu suegra, es una forma de evitar engancharte con cosas que sólo podrían hacer que un problema se escale y se convierta en algo personal, es decir, hay suegras que están acostumbradas a ser sobre protectoras con sus hijos o que apoyan el plano afectivo en sus hijos en lugar de su propio marido y desde ahí tienden a querer mantener el mismo patrón aún y cuando su hijo ya no esté en casa.
A manera de conclusión te puedo decir que además de trabajar en aspectos como la comunicación, la sexualidad, el evitar caer en la rutina y la monotonía entre muchos otros, cuidar la relación con la familia de tu pareja es clave para el éxito de tu relación por todo lo que implica.
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