La sociedad reprimida de principios de siglo que manejaba una moral colectiva estricta y represiva después de lo sucedido en la edad media y que se vio impactada desde la revolución ideológica y sexual, gestada en los años sesenta y setenta, por medio de la aparición de movimientos a nivel mundial que nos invitaban a ejercer nuestra libertad y nuestra sexualidad de manera plena hasta la lucha por la individualidad que se llevó a cabo durante los ochenta y noventa.
Los conceptos bueno y malo fueron distorsionados para encajar en una sociedad cada vez más voraz de “libertad” dando así, origen a la Generación X: una generación que surgió de los hijos de los baby boomers y que fue marcada por la manipulación de los sistemas políticos, la llegada de Internet, cambios históricos como la caída del muro de Berlín, el fin de la guerra fría, la aparición del SIDA entre muchos acontecimientos que crearon el perfil X.
Esta generación da origen a su vez, a una sociedad con valores apartados de la moral colectiva que prevalecía en esas épocas, siendo cada vez más individualistas y orientados al respeto de la diversidad que, en su momento fue un cambio en el desarrollo de la humanidad. Lo que ha generado jóvenes adultos que no han desarrollado empatía, que incluso rayan en el egocentrismo y la egolatría. Entonces, el tema que nos atañe hoy es.No solo dañas mis sentimientos sino también mi salud, es exactamente la manifestación del pensamiento egoísta que no repara en la consecuencia del contagio de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), ni en el impacto que esto causa en la salud física y emocional de la pareja.
La conclusión sería que es urgente e indispensable la re moralización de nuestra sociedad que comienza en el seno de nuestra familia y continúa con el círculo social al que pertenecemos. Reuniones de carácter obligatorio dentro y fuera del núcleo se vuelven necesarias para sensibilizar a las personas de la importancia de pensar como uno mismo, sentir como uno mismo y actuar como uno mismo. La situación actual se asemeja cada vez más a la Torre de Babel en donde parece ya no nos entendemos unos a otros, tenemos intereses, gustos y preferencias diferentes y sin coincidencias aparentes y los valores morales y sociales están presentándose muy alejados del bien común.
Lo irónico es que nuestro genoma se diferencia en un mínimo entre un humano y otro, lo que nos lleva a pensar que no somos tan diferentes, solo que nuestra educación nos ha llevado a pensar diferente lo que no estaría del todo mal si hubiera consciencia en asuntos tan trascendentales como el contagio de una enfermedad venérea o la infidelidad.
¡A Moralizar se ha dicho! Si se puede…
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