Una de las frases que solemos escuchar constantemente es que somos energía. La escuchamos tanto, que ni siquiera nos detenemos a cuestionarla o a preguntarnos de qué manera podemos aprovechar esa energía. En esta oportunidad quiero contarte acerca de la energía femenina y masculina y cómo el hecho de aprender a usarla puede traer múltiples beneficios a tu vida. Comenzaré por decirte que todos absolutamente todos tenemos energía femenina y energía masculina. No importa si eres hombre o mujer dentro de ti cohabitan estas dos energías diversas pero complementarias y supremamente poderosas cuando aprendemos a equilibrarlas.
Comencemos por la energía masculina.
Es una energía mucho más sólida y contundente. Es práctica, directa, individualista y busca resolver. Es una energía que necesita variedad y necesita reconocimiento. Recuerda que no solo los hombres la tienen, también las mujeres pueden acceder a ella, de hecho, el concepto de mujer alfa surge de este lugar. Por otro lado, encontramos la energía femenina. Una energía mucho más suave, comprensiva y fluida. Es creativa, colmada de pensamiento mágico, piensa más en el colectivo o bien común. Es una energía que necesita certeza y amor.
Partiendo de esas definiciones y respondiendo a la pregunta inicial: ¿cómo podemos aprovechar esto? Resulta que en la vida en pareja es fundamental el concepto de polaridad, eso quiere decir que ambos individuos de la pareja estén en constante búsqueda de equilibrio de estas energías.
Cuando los dos individuos de la pareja entran en energía masculina suele convertirse en una relación muy competitiva. Suelen ser relaciones en donde las discusiones son a ganar y no a generar nuevos acuerdos. Es un espacio en el que ambos individuos quieren ganar en lugar de conectarse. Claramente en lugar de obtener un espacio agradable, la relación se convierte en un campo de batalla, en un tour de forcé en donde lo importante es demostrar fuerza o poder y nada está más lejos de una relación de pareja armoniosa que eso.
Por otro lado, cuando los dos individuos entran en energía femenina, la relación se vuelve confusa. Un espacio en el que ambos buscan que el otro entienda y se conecte pero que al mismo tiempo otorgue una solución. Es una relación de conflictos indescifrables en la que ambos esperan que el otro "los comprenda" y prácticamente esperan que el otro adivine sus necesidades.
¿Entonces cuál es la combinación ideal? Cuando ambos individuos están equilibrados en su energía femenina y masculina. Cuando las partes de una pareja saben hablar de manera directa, pero son comprensivos.
Cuando buscan espacios para resolver de manera creativa sus diferencias y dan espacio al otro para expresarse.
Muchas personas esperan encontrar certeza en sus relaciones y la verdad es que no existe una interacción más cargada de incertidumbre que la experiencia de hacer pareja. Aunque puede parecer complicado, mi consejo es que aprendas a observarte. Pregúntate si acaso estás conectando con tu energía femenina o masculina.
Haz el ejercicio de buscar el equilibrio entre fuerza y suavidad, entre pragmatismo y creatividad porque ahí encontrarás una fórmula infalible para que tu relación de pareja funcione mejor.
Recuerda que mereces una vida plena y una relación de pareja extraordinaria. Trabaja en ti para que encuentres tu mejor versión. Deja de buscar a la persona correcta y conviértete en la persona correcta.
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