Hablar del Climaterio o de la Menopausia, es abordar un tema lleno de representaciones culturales que van variando de una cultura a otra; por lo que más allá de dar sugerencia alguna nos permitimos hacer una breve descripción de algunas formas de ver o sentir de cada sociedad este proceso biológico natural en las mujeres y cómo se asimila, en nuestra cultura que supuestamente es más “educada o enterada” que otras.
En la “Revista del Residente de Psiquiatría” / año 4, vol. 4 de octubre –diciembre de 1993, el Dr. Daniel Delanoe, del Centro Charles Richert de la Escuela de estudios en Ciencias Sociales de Paris, comentaba algunas cuestiones que deben ser muy tomadas en cuenta.
Existe gran diversidad de representaciones y construcciones sociales sobre la menopausia que varían de acuerdo a cada cultura y estas se articulan en posturas alrededor de este fenómeno biológico de la condición femenina a lo que el autor se pregunta constantemente:
¿Cómo es vivida y representada la menopausia por las diferentes culturas? ¿Cómo puede cada cultura influenciar la expresión sintomática de la menopausia, o inclusive modificar su biología? Rescata un estudio de los indios Mohave estudiados por el etnopsicoanalísta Georges Devereux, que se resumiría en estos términos.
La Menopausia entre las mujeres Mohave, no se ve como un periodo traumatizante, su vida sexual no se detiene. Al contrario, puede encontrar con facilidad un hombre joven para casarse, que se haya divorciado de una mujer poco propensa a las labores domésticas. La mujer menopáusica es un importante receptáculo de sabiduría y es importante para la estructura informal de la tribu, ya que en ella se conjugan los saberes, el consejo sabio y la benevolencia materna. Las mujeres en climaterio son alegres, y dignas, así se les puede ver a las mujeres Mohave, que están en esta etapa.
Entre las mujeres Mayas la Menopausia es bienvenida ya que no presentan bochornos o problemas fisiológicos y se libran de los tabúes ligados a la menstruación.
En otro extremo, los Gisu de Uganda hace que haya tal rechazo a las mujeres que entran en el climaterio que inclusive se han llegado dar suicidios entre ellas.
Los escritos médicos del siglo XIX describen la menopausia con colores fuertemente sombríos. Para Charles Prospre Narcisse de Gardane, el creador del término menopausia, en 1824, la mujer se vuelve morosa, inquieta, taciturna. Sin cesar añora los goces que ya no corresponden a su edad.
En 1820, la Marquesa de Le Tour Du Pin, inicio así sus memorias: “Nunca había escrito nada hasta ahora, salvo cartas a los seres queridos. Mis ideas se dispersan. No soy metódica. Mi memoria ya flaquea mucho… En el fondo de mi corazón me siento todavía tan joven que sólo mirándome al espejo logro convencerme de que ya no tengo veinte años. Por eso quiero aprovechar la llama que aún me queda y que en cualquier momento pueden enfriar los achaques de la edad…” (Germanie Greer. El cambio, mujeres, vejez y menopausia, Edit. Anagrama, Barcelona1991. Pág. 41)
Esta descripción del estado de ánimo de la marquesa es típico de la menopausia; la adquisición de un cuaderno y el acto de escribir en él la primera página de su autobiografía, es un ritual de autoayuda para marcar la transición, fuera de eso no conmemorada, entre las dos funciones- de esposa y de madre-que justificaban la vida de una mujer según Rousseau, y algo nuevo y aún no explicado.
En una época en la que los teóricos masculinos afirmaban que la mujer tenía el deber de agradar a los demás, iniciar sus memorias suponía para la marquesa dar un largo paso. Tras una vida de complacer a los demás, se disponía a hacer algo para su propio placer. De hecho, durante muchos años no logró disponer de tiempos para continuarlas, su rito de paso fue redactar esa página inicial.
Si la marquesa no hubiese decidido a señalar ella misma el cambio, posiblemente se habría visto sumida en el desconcierto que aqueja a la mayoría de las mujeres en algún momento del climaterio.
Las mujeres en México, aún e independientemente de su clase social y dejando fuera el caso ya citado de las mujeres Mayas, tiene muchos conflictos, al arribar a estas etapas de sus vidas. Una amiga le explica así a su otra amiga: “¿Cómo se supone que debemos vestirnos?”, me preguntó un día mi amiga Vicky “Me cuesta tanto decidir que ropa escoger. ¿Cómo debemos vestirnos a nuestra edad? Sólo hay tajes de chaqueta de fibra de color pastel o vestidos para adolescentes y veinteañeras. No hay ropas sencillamente adultas y elegantes. Mis hijas se apropian de la mitad de las cosas que compro, con la excusa de que ya no tengo edad para ponérmelas”
Como podemos visualizar, es la cultura occidental, por lo general, la más dura hacia el climaterio y en su desconocimiento educativo e informativo, hacen que los prejuicios y tabúes sean los mismos o peores que hace siglos.
El Hecho Social, del Climaterio o Menopausia, además tiene una consecuencia muy grave en la salud pública, se manifiesta en mucho, hacia una cultura de la automedicación de productos que se anuncian en TV que prometen desacelerar este ciclo tan natural y que provocan una tensión individual en un mundo de competencia extrema y que al ser colectivo y representativo por un número importante de mujeres coincidentes a una establecida clase socioeconómica y esto, presiona a sus núcleos familiares hacia una determinada incidencia de conflictos que van desde la ruptura, infidelidades por buscar aceptación, compra indiscriminada de productos, naturistas, sin recaer en la necesidad de que es importante: Enterarse, leer y analizar este fenómeno biológico que en lo cultural y social, es un “hecho social” y esto pudiese aumentar la comprensión y el entendimiento hacia el climaterio.
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