Toda pareja que va a tratamiento pretende conservar la relación que en forma contractual ha establecido. En forma emocional pretende seguir obteniendo satisfacciones mutuas a través de la relación. Entre mayores esfuerzos de gratificación haga cada integrante de la pareja con respecto a si mismo y con respecto al otro, cada uno se vuelve capaz de inventar y de crear deseos conscientes que se satisfagan mutuamente. Esto promoverá puntos que unen a la pareja.
Sin embargo, existen desacuerdos en la pareja se presentan a nivel consciente y a nivel inconsciente. Estos desacuerdos nacen en primer lugar a nivel inconsciente de la no gratificación de necesidades básicas en la relación con la pareja. Y en segundo lugar cuando no se ha construido un proyecto de vida basado en los deseos individuales y de pareja. El vivir en pareja tiene como objetivos, ya sea en forma alternativa o complementaria para ambos cónyuges colaboren a la mutua gratificación de necesidades educativas, sociales, familiares, religiosas, estéticas, emocionales, económicas, ritmo de vida, intelectuales, sexuales, etc., y también para satisfacer no solo las necesidades sino también los deseos, esos deseos que nunca cesan, producto ya no de la gratificación física, sino del deseo emocional.
Cuando alguno de ellos no puede, o deliberadamente se desentiende de su función gratificadora, en cualquiera de los aspectos antes mencionados, se crean resentimientos, deseos de venganza, desadaptaciones e inconformidades, que, si bien en un principio fueron de uno, al final son desacuerdos e inconformidades de los dos. Así se establece una dinámica del uno contra el otro.
DESACUERDOS MÁS COMUNES:
• Dentro de los desacuerdos físicos encontramos falta de dinero, de paseos, regalos, visitar a los padres, ir al cine, al teatro, a la iglesia.
• Dentro de la falta de gratificación emocional están las conductas conscientes de desaprobación, de reproche, de desacuerdo por la persona en sí misma, independientemente de la relación interpersonal entre ellos. Se carece de afecto entre ambos lo que tortura a uno o puede también volverse tortura para ambos.
• Las relaciones familiares de ambos son fuente de problemática y de desavenencia. Con mucha frecuencia alguno de los cónyuges no acepta emocionalmente a la familia o a un miembro en particular de la familia del otro. Y en los casos más acentuados ninguno de los dos acepta a la familia del cónyuge, volviéndose esto un proceso interminable de conflicto.
• El interés de las relaciones sociales es otra fuente de conflicto en donde cada uno tiene su forma de manejar y manejarse frente a sus amistades y las amistades de su cónyuge, otra forma de desavenencia es la frecuencia de reuniones y cómo se desarrollan.
• Los desacuerdos inconscientes son producidos por supuesto, por la no gratificación de necesidades inconscientes de uno o de ambos. A estas necesidades, como no son conscientes se malinterpretan en ellos. También tienen efecto los mecanismos como la proyección a través de la cual se deposita en el cónyuge la preocupación o insatisfacción personal y se desea irracionalmente que el otro las gratifique.
• Otra de los desacuerdos que se presentan en la pareja son las religiosas y espirituales, cuando alguno de ellos se opone a gratificar las creencias de su religión entonces tendrán serias fricciones en su vida de pareja.
• Los desacuerdos estéticos se presentan en la insatisfacción en la vida cotidiana. Costumbres personales, es decir, la forma en que fueron educados y se presentan diferencias entre los cónyuges y originan la insatisfacción. La divergencia en la capacidad intelectual ocasiona pleitos y desacuerdos, sobre todo malos entendidos.
• Los desacuerdos en el ritmo de vida se presentan cuando alguno de ellos le dedica mayor tiempo a alguna de las tareas en el trabajo, sociales, sexuales o con tareas relacionadas con la familia. Lo anterior ocasiona insatisfacción en el otro porque se siente desatendido.
• Dentro de los desacuerdos educativos, el que alguno de los dos tenga diferente nivel de estudios, puede provocar inconformidades y malos entendidos que llevan a la pareja a una pugna por el someter o ser sometido.
• Dentro de los desacuerdos económicos puede favorecer que alguno de los miembros de la pareja se sienta inferior por pertenecer a una familia de menos recursos.
• Dentro de los desacuerdos sexuales hay que tener presente que los cuerpos son diferentes y las experiencias vividas también. Cuando nada más se quiere una descarga física sin expresar el amor y afecto hacia la pareja, se tienen dificultades y desacuerdos entre sí.
Cuando una pareja asiste a psicoterapia es porque en el pasado decidió vivir en pareja, pero en muchos casos no existió un proyecto de vida. Las parejas de unen para satisfacer sus necesidades de compañía, apoyo, protección, cuidado. Además, ya cuentan con algunos acuerdos, los cuales están basados en un deseo individual, que con la pareja se busca un lenguaje en común, para permitir reencontrarse como personas diferenciadas y establecer relaciones amistosas. Lo anterior favorece a que se construya un proyecto de vida de pareja, es decir, pueden tener la posibilidad de construir un deseo en conjunto. Las necesidades pueden ser satisfechas, pero cuando los deseos que cada uno construye no se realizan, es cuando surgen los desacuerdos en la pareja, que se manifiestan en una falta de proyecto de vida en conjunto.
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