Si estamos hablando de niños menores de catorce o quince años, podemos decir sin temor a equivocarnos, que sus padres, les están permitiendo navegar demasiadas horas en la red y además sin supervisión, porque para que un niño vea pornografía necesita horas de buscar entretenimiento con toda libertad, o varios niños interesados en el tema, auxiliados por otro niño precoz, hermano mayor o familiares.
También debemos como padres conocer a nuestros niños, saber quiénes son sus amigos y supervisar las sesiones de videojuegos, que son el entretenimiento de las generaciones de hoy, porque de ahí se pueden desprender las curiosidades de la sexualidad precozmente.
La sexualidad y las relaciones sexuales, generan muchas inquietudes, dudas y confusiones, dado que son muy enigmática. Los grandes misterios de las relaciones amorosas-erótico-sexuales, despiertan en los niños desde muy pequeños, fantasías, ensoñaciones y deseos que si no existe la orientación adecuada, los niños quieren actuarlas sin saber las limitaciones de su cuerpo, de su inmadurez en toda su estructura de personalidad.
Por tanto, la vigilancia se hace absolutamente necesaria. Existen aplicaciones para controlar lo que ven nuestros hijos que son muy fáciles de instalar, pero tenemos que ser un poco más suspicaces. Si no hay regulación de los tiempos en el Internet, los ponemos en un riesgo psico-emocional., porque no encontrará solo pornografía, sino redes sociales en las que hablan con personas virtuales que invitan a la violencia, saltar límites morales como hacer sex-ting, hacer cyberbulling, o juegos de retos que resultan peligrosos.
Algo más que podemos hacer los papás de estos niños, es explicarles que es la pornografía y su correlato de irrealidad, con los tintes de fantasía, parcialidad y falsos valores: imagen corporal sobre dotada, la facilidad de llegar a contactos íntimos y la falta del aspecto afectivo. En esos videos o filmes, parece no haber sentimientos subyacentes al coito; solo se manda el mensaje de la satisfacción corporal (respuesta sexual humana), la espectacularidad y los héroes virtuales, es decir personas que pueden producir gran imaginería y hacer una fijación en ello.
Existen muchos trastornos psico-emocionales, derivados de hacer uso y abuso de este tipo de videos, como ejemplo que es muy común en los adolescentes, es imaginar que van a encontrar una pareja como la de los filmes, también encuentran solamente la satisfacción visual y el auto-erotismo, que si bien es un recurso sexual, no puede ser el único.
La pornografía, como forma de ingresar a la sexualidad activa, es una posibilidad para los adultos de levantar la represión que puede subyacer en algún trastorno psíquico, o bien para el entretenimiento, porque el adulto se supone que tiene madurez, estructura mental y psíquica con un criterio objetivo, con una moral y una ética
....pero nunca se debe exponer a un niño, ni pre-adolescente, a actividades que no comprende de momento.
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