En nuestra cultura, existen lenguajes ocultos; que le indican a la misma comunidad con quienes sí deben casarse, del porqué sí o del por qué no, las que comentaremos en la parte final de este documento. Ahora veremos a un “agente consumidor de matrimonios”:
Los celos. - Entre las causales más comunes para que un matrimonio fracase, están los celos, sean por supuestas o reales infidelidades, por celos profesionales, afectivos, etc. Pero siempre habrá un pequeño o gran ingrediente de celos en una ruptura sentimental.
Vale la pena empezar esta reflexión con un ejemplo un tanto diferente a nuestra cultura y analicemos unos de los principales puntos que motivan las separaciones en el ámbito matrimonial y que conllevan a los divorcios. Hoy en día los “Celos”; ante los cuales vale la pena anotar esta reflexión que nos regala “Driberg”, citado en el libro de Otto Klineberg, Motivación Sexual Psicología Social, FCE, MX, 1954, pág. 135. De esta manera veremos como sí podemos empezar a analizarlos con más objetividad y esto nos coadyuve a su mejor “manejo” en crisis de pareja.
“En la poligamia, y casi todos los informes están de acuerdo en que los celos son muy raros. Driberg afirma que, entre los lango, tribu nilótica africana, las mujeres, en general, viven en buenos términos entre ellas. Suele haber celos si una esposa cree que otra recibe favores indebidos o un trato preferente en lo que atañe a tierras para cultivo o regalos de víveres y, como consecuencia de ello, el marido tiene que obrar con mucho tacto. Es raro que surjan graves diferencias de opinión. De hecho, abundan los casos en los que una mujer, al envejecer, insta a su marido a que se case con otra mujer más joven y atractiva, y es indudablemente cierto que las mujeres serían las primeras en lamentar la institución de la monogamia, ya que, en la institución de la poligamia, no sólo es menor el trabajo de las mujeres, sino que, en ausencia del marido, las esposas evitan la soledad inherente a una unión monógama”.
Todos somos celosos en mayor o menor medida y por esto antes de casarnos, es de vital importancia trabajar en nuestros celos, auto conocernos y delimitar si mis sentimientos a este respecto son exagerados y que motores los motivan, para arribar a una sana convivencia; no sólo con mi potencial pareja, sino con todo mi entorno primario y secundario y así poder dar una mejor viabilidad a mis necesidades afectivas, en lo psicológico, fisiológico y cultural.
Otro aspecto fundamental para construir un buen matrimonio y sortear los avatares del mismo, es:
La Decisión y los Atractivos. - Ahora bien, en el matrimonio típicamente occidental, haciendo gratas ausencias de un prestigiado psicólogo del Puerto de Veracruz; que me comentaba de un ingrediente muy peculiar e importante para que una relación funcione, es la de tomar la decisión de enamorarse. El matrimonio más que un asunto de hormonas y tripas debe ser trabajado bajo una serie de estrategias y conceptos que mientras más claros sean estos y no se dejen a la casualidad y a los sentimientos podrán augurar de alguna forma; más no garantizar tampoco, un potencial éxito en una relación marital.
Una Tía Abuela de gratísimos recuerdos (Doña Bertha González Mass, q.e.p.d.), nos decía, con la lógica de una persona nacida en el año 1905: Para que un matrimonio funcione deben existir estas condiciones:
“Atractivo Físico”, “Atractivo Sexual”, “Similar Educación”, “Misma Religión” y un “Nivel Social Similar”. Todo esto se recuerda con la lógica de los años 20`s y que así le funcionó a mi tía abuela cuando se casó a finales de esa década. Ahora las cosas han cambiado un poquitín. Desde esos tiempos y desde la década de los 70`s en México que la mujer empezó a tener un papel más detonante en la economía nacional y buscar un cambio ante los modelos machistas imperantes esto y como el lógico impactó al matrimonio.
El matrimonio ha sufrido y mucho; en estas últimas décadas, pero sigue siendo la institución social más vigente para la mayoría de los que poblamos este cada vez más sobrecalentado planeta y garante de nuestra sociedad y de su evolución socio cultural.
Surge por tanto una serie de reflexiones y enseñanzas para buscar tener matrimonios lo más sólidos posibles, ya que esto debe ser visto como tema de “seguridad nacional” y es aquí donde el Estado debe incluir en los programas de Bachillerato, temas desde una óptica seria y a fin de crear conciencia en temas relacionados a la “educación sexual” que incluyan el: “manejo de celos”, “actitudes hacía la vida”, “manejo de crisis”, entre otros.
La Educación vuelve a ser el tema central y así preparar mejor a las generaciones venideras para que puedan allegarse de elemento cognoscitivos que les permitan un mejor manejo desde adolecentes de sus sentimientos, sensaciones y respuestas hacía su vida sentimental.
Poder comprender mejor la naturaleza de los Celos y así tomar mejores “Decisiones” y objetivizar vía la educación los “Atractivos” hacía la potencial pareja, puede hacernos arribar a mejores horizontes de matrimonio más exitosos.
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