Como psicoanalista y psicoterapeuta de adolescentes, llevo más de 20 años trabajando con chicas que se auto cortan o hacen cutting y una de las revisiones bibliográficas que más me gustan es la la de la Dra. Shelley del 2013.
Lo importante de esta “actuación” es qué hay un gran abismo entre la simplicidad de la conducta observada, la complejidad de sus causas y sus funciones.
Muchos observadores y clínicos suponen que cortarse representa un intento de morir o dañarse, pero en realidad el síntoma refleja una forma de enfrentar una experiencia emocional intensa, abrumadora que no puede tramitarse de otra manera.
El “dolor emocional” está en el centro del síntoma y se realiza cuando la persona vive subjetivamente la posibilidad de un derrumbe psicológico, de convertir lo activo en pasivo, de enfrentar el abandono, la violencia o la soledad.
Los padres inseguros, desorganizados y/o violentos utilizan formas de procesar sus propios afectos que solo agudizan la ansiedad de sus hijos en vez de ayudarlos a metabolizar sus propias ansiedades o emociones difíciles. De aquí que la auto-regulación de procesos internos es fundamental para la comprensión de la conducta de cutting.
Cuando la disfunción en la regulación diádica de la angustia proviene de una figura parental rechazante, intrusiva y/o violenta, el niño tendrá que hacer frente a la falta de un “otro” confiable, de tal manera que estas adolescentes han aprendido que tienen que enfrentarse a sus estados emocionales, problemas, retos y frustraciones por sí mismas, por lo que el síntoma también refleja un profundo sentimiento de desamparo y de soledad.
Es importante puntualizar que los cortes que se hacen son controlados, superficiales y delicados y no entran en la esfera de un intento de suicidio o de automutilación, aunque puede existir una ideación casi-suicida y evolucionar a formas más graves de autolesión.
¿Por qué alguien que se siente mal se cortaría?
Estas chicas viven la necesidad de calmar una vivencia extrema de vulnerabilidad, de peligro inminente y de angustia extrema de manera activa, personal y en soledad. Lo curioso es que mientras a los ojos de los otros cortarse es una conducta violenta, el adolescente lo vive como un modo de tratar o anticipar un estado insoportable del self. Los que se auto cortan , sienten un gran alivio al poder contrarrestar la vivencia de “agresión” sobre su sentimiento de sí.
Estos individuos tienen historia de trauma, vejaciones sexuales, lesiones físicas y enfermedades, trastornos de la alimentación y trastornos de la personalidad border. Se presenta también ante amenazas traumáticas de separación real o fantaseada.
La organización de su self es frágil porque no encontraron consuelo o alivio en su medio circundante, se sienten violentamente rechazados y malentendidos y lo utilizan como una medida de emergencia para no colapsarse porque “su mente no aguanta más”.
La tarea terapéutica es ayudarlos a registrar y comprender sus estados afectivos, así como también a que los procesen de una manera menos maladaptativa, transformando la vulnerabilidad subyacente. El éxito terapéutico depende de la diada paciente-terapeuta y de las circunstancias del tratamiento. Cuando la experiencia emocional subjetiva es exageradamente intensa es necesario recurrir al apoyo de psicofármacos por un tiempo de manera paralela al proceso psicoterapéutico.
Las auto lesiones, quemarse, morderse, pelarse los dedos o golpearse la cabeza es un fenómeno predominantemente femenino.
A través de las redes sociales , revistas y programas de TV, este síntoma ha llegado al gran público. Hoy los jóvenes aprenden de estas cosas incluso en la escuela. La publicidad ha incidido en su aumento pues los jóvenes lo experimentan como una salida emocional y se instala cuando les da el resultado psicológico que buscan. Se da generalmente como un acto solitario, previo a una decisión de aislarse. Les permite sentirse anestesiados, irreales, vacíos y calmados, parando solamente cuando son conscientes del dolor físico o cuando ven la sangre. Algunos pueden sentir temporalmente arrepentimiento o culpa.
¿A qué se refiere la capacidad de autorregulación afectiva? Es la regulación continuada que hace la persona de sus estados afectivos internos con la finalidad de mantener un estado de excitación interna dentro de límites manejables para cada persona. Hay una parte del proceso que se hace de manera consciente y otra inconsciente. Todas las formas de influir en el Otro y de ser influidos por el otro van acompañados de cambios internos y externos a nivel vincular. Así, los procesos de regulación interactiva se relacionan estrechamente con el estado emocional interno, de tal manera que la conducta manifiesta e implícita es comunicadora y autorreguladora a la vez.
“ERES CAPAZ DE AUTOREFLEXIÓN CUANDO EN EL DESARROLLO INFANTIL HAS TENIDO UN OTRO QUE AUTOREFLEXIONE CONTIGO”
Tanto si sirve para calmar y contener un estado psicológico insoportable o si sirve para restaurar el sentimiento y rescatar al individuo de una experiencia de sentirse muerto, vacío o desepersonalizado, la autolesión funciona: cambia el estado del self, aunque este cambio solo es de manera temporal.
Muchos se preguntan si estas chicas lo hacen para manipular o llamar la atención. NO, no lo hacen con esa intención, pero SI es una llamada de auxilio puesta en escena de manera dramática y dolorosa en el cuerpo que debe ser atendida y entendida por los padres para poder pedir apoyo psicoterapéutico tanto para la niña o jovencita, como para la familia también.
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