Distintos estudios han encontrado que las personas violentas suelen tener patrones de pensamiento muy negativos, es decir voces que les llevan a tener comportamientos agresivos. Generalmente son pensamientos paranoicos, sensaciones de pérdida de control de algo o alguien, pensamientos recurrentes de no ser suficiente o no ser amados y en el otro extremo, una percepción de superioridad ante los demás.
Para que un acto de violencia sea perpetrado se requieren dos actores: por un lado el que ejecuta la acción y por el otro la víctima. Es fundamental comprender que ningún acto de violencia puede ser justificado y que la única forma de evitar que vuelva a ocurrir es darle al evento la justa relevancia para comprenderlo, trabajarlo y eliminar las voces y patrones de pensamiento negativos que llevaron al ejecutor a actuar de esa manera.
Se han identificado tres fases en el círculo de violencia. La primera fase es la acumulación de tensión, en donde los gritos, los disgustos y las peleas sobrepasan los niveles seguros. En la segunda fase ocurre el acto violento y en la tercera fase se da una reconciliación en la que la persona violenta promete que no volverá a suceder.
Lo más alarmante es que muchas veces las personas no se dan cuenta que están acercándose al círculo de la violencia porque consideran que ciertos comportamientos son ¨normales¨ aquí te presento cinco focos rojos a los que debes poner atención y dejar de considerarlos normales porque en realidad son la fase preliminar a un círculo de violencia:
1. Celos y control.
2. Humillación.
3. Manipulación.
4. Indiferencia afectiva.
5. Intimidación.
Si identificas que alguno de estos puntos es recurrente en tu vida entonces no guardes silencio ante esos actos. Acércate a familiares y amigos o busca ayuda profesional que pueda indicarte cuáles son las medidas que puedes tomar para mantenerte a salvo.
Recuerda que lo que detona el comportamiento violento son las voces internas del ejecutor y hay poco que puedas hacer para cambiarlas. La violencia necesita ser tratada por especialistas. No te expongas y pon límites. Recuerda que eres merecedor de amor y cuídate.