¡Qué gran dilema!
Hoy en día son diferentes las actitudes de las personas al recibir la noticia de una infidelidad. Hay quienes no conformes con lo que han escuchado o visto, buscan profundizar sobre el hecho, tratando de encontrar una explicación del por qué se actuó de esa manera, identificar las características del o la amante, su estado civil, edad, aspecto físico, actividad o reputación, antigüedad de la relación, si se tienen hijos, o simplemente dónde se conocieron.
Decepción, coraje, tristeza y confusión, son algunos de los principales sentimientos que experimentan los hijos cuando viven un acto de infidelidad por parte de alguno de sus padres, pues sin importar la edad que tengan, la imagen natural hacia sus progenitores es de respeto y sobre todo de admiración; normalmente constituyen su modelo a seguir y los consideran cuasi perfectos, por lo que descubrir su traición resulta sumamente doloroso.
PROS: Algunos estudios sugieren que sólo un pequeño porcentaje de las parejas que experimentan una infidelidad, realmente mejoran su relación (Charny y Parnass, 1995; Hansen, 1987).