Dependencia emocional
¿Idealizas a la persona de la que crees que estás enamorada?
¿Te proyectas sobre cómo te gustaría que fuera, en lugar de cómo es en realidad?
¿Te importa más cómo te trata tu pareja en lugar de cómo es ella/él en realidad?
¿Te impresiona la forma en la que esta persona te hace sentir especial?
¿Has hecho a tu pareja responsable de tu felicidad o seguridad?
¿Te entra ansiedad o pánico cuando no estás con tu pareja o no llama cuando esperabas?
¿Tienes una lista de expectativas que esperas que tu pareja cumpla para sentirte feliz y segura?
¿Sientes que no puedes vivir sin esa persona?
¿Estás aterrorizada de perderla?
¿Te sientes vacía y sola cuando no estás con tu pareja?
¿Eres celosa y posesiva con tu pareja?
¿Intentas tener control sobre tu pareja para que haga lo que tú quieres?
El amor que nace del miedo no es amor, es necesidad.
La dependencia emocional nace del vacío que te creas cuando te abandonas -y luego esperas que tu pareja sea quien llene ese vacío y te haga sentir feliz y segura.
Una vez que haces a tu pareja responsable de tu felicidad y seguridad intentas tener el control sobre él o ella para quererte en la manera en que quieres ser querida.
Amor
No hay nada que controle al amor. El amor es la base que os soporta a ti y a tu pareja. Por lo que no tienes necesidad de controlar o poseer a la otra persona.
El amor es dar y compartir -no se trata de conseguir. El amor no es dependiente. Cuando amas a alguien, valoras profundamente sus cualidades esenciales -esas que no desaparecen con el tiempo. No se trata de dinero, miradas o poder, sino de algo mucho más profundo. De cualidades del alma y el corazón.
El verdadero desafío del amor está en que no puedes conseguir el amor y ser amoroso al mismo tiempo. Tu enfoque en conseguir el amor siempre dará lugar a un corazón cerrado y a un comportamiento de control, lo que deja fuera al amor. Tu enfoque en ser amoroso y aprender lo que es amarte a ti y a tu pareja en cualquier momento dado es lo que abre el corazón.
Cuando eliges ser amoroso contigo misma y con los demás es cuando experimentas el verdadero amor. Si no te amas a ti misma -a tu propia esencia e interior- no puedes amar o ver la esencia de otras personas. Y es cuando te vuelves dependiente emocionalmente en tu deseo de conseguir el amor.
Cuando te amas a ti misma eres mucho menos vulnerable a alguien que viene demandando atención y aprobación. Dándote el amor que necesitas se lo estarás dando a los demás.